Hoy os quiero hablar de una de esas series que se ven en un suspiro y que son muy apropiadas para estos días de confinamiento y, posiblemente, desánimo general.
Se trata de Modern Love, de la plataforma de Amazon Prime Video, una serie del tipo de antología con ocho episodios de unos veinticinco minutos aproximadamente basada en una serie de artículos que publicó con ese mismo nombre el New York Times a partir de cartas enviadas por los lectores sobre sus propias experiencias. Es decir, que hasta cierto punto podríamos decir que estamos ante una serie “basada en hechos reales”.
La premisa de Modern Love es la de contar diversas historias de amor saltándose los convencionalismos propios del género. Hay muchos tipos de amor, y así lo refleja la serie: amor paternal, amor homosexual, amor en la tercera edad, amor platónico… Historias reales como la vida misma que van mucho más allá del chico conoce chica.
No esperéis tampoco nada revolucionario. Esto no aspira en convertirse en un altavoz de minorías ni quiere levantar ampollas de ningún tipo. Son, en su mayoría, historias simpáticas, bienintencionadas, algunas más locas que otras, algunas tristes y otras encantadoras. Un conjunto de relatos que, además, pueden verse en cualquier orden a excepción del último, el octavo, que tras su historia principal intenta unificar todos los episodios anteriores en una especie de epílogo que consigue emocionar al ayudar a recordar los sentimientos vividos a lo largo de la serie (sobre todo si se esparcían los visionados en lugar de hacer una maratón intensa de cuatro horas).
Cuenta, además, con un reparto de lujo lleno de caras conocidas, como Anne Hathaway, Dev Patel, Sofia Boutella, Tina Fey, etc.
Tiene, además, un aroma que me recuerda a la calidez de las comedias de Woody Allen, no sé si por estar ambientadas en Nueva York o porque los diálogos y la magia del amor están especialmente cuidados. El caso es que el resultado final, pese a las inevitables irregularidades que puede notarse al valorar los episodios en su totalidad (en todo producto de antología hay historias mejores y peores, y quizá cada espectador tenga sus propias preferencias) es muy agradable de ver y, aun con un tono en ocasiones demasiado empalagoso, es inevitable que despierte ternura y más de una sonrisa.
Todo un descubrimiento que merece una oportunidad y de la que, por cierto, ya se ha anunciado su segunda temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario