sábado, 8 de marzo de 2014

CUANDO TODO ESTÁ PERDIDO * (4d10)

Casi podría definirse la última película de Robert Redford como actor de experimental. No en vano se trata de una película de más de una hora y media con un solo actor y sin apenas diálogo (sólo un escueto monólogo inicial y un par de palabras en toda la película).
Quizá las críticas que recibió Redford por su interpretación en Pacto de silencio (donde se le acusó de estar demasiado mayor para según que papeles) le motivaron para embarcarse en la aventura de un hombre que mientras realiza una travesía por alta mar en solitario sufre un pequeño accidente al chocar su barco contra un contenedor a la deriva que desemboca en una lucha desesperada por sobrevivir.
Así, podríamos definir Cuando todo está perdido como la hermana pequeña de la francesa En solitario o la versión realista y despiadada de Vida de Pi, dos ejemplos relativamente recientes de la lucha de un hombre (o chico) contra el mar.
El problema es que J.C.Chandor, director de la interesante Margin Call, quiere abusar demasiado del realismo con la ausencia total de diálogos, y si bien esto incrementa el dramatismo que le habría restado, por ejemplo, una posible voz en off reflejando sus pensamientos, o un diálogo consigo mismo (reconozcámoslo, ¿quién no ha hablado o cantado alguna vez en voz alta cuando se encuentra solo?) sin llegar a la tragicomedia de Tom Hanks hablando con su pelota Wiston en Naufrago, también provoca que la película parezca más larga de lo que en realidad es, de manera que la extraordinaria interpretación de Redford no es suficiente para que el invento no aburra y acabemos hasta las narices de verle atar cabos, arriar velas, reparar cosas, mirar mapas…

Hay momentos de tensión, claro, como la inevitable tormenta o la aparición de un grupito de simpáticos tiburones, pero no bastan para interrumpir el tedio que, a la postre, me obligan –muy a mi pesar- a suspender una película valiente y arriesgada pero demasiado plana. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario