lunes, 19 de febrero de 2018

DEBER CUMPLIDO

El guionista Jason Hall parece algo obsesionado con los traumas de los excombatientes de guerra al regresar a casa, y tras plasmar en papel la edulcorada historia de ese racista psicótico que protagonizaba El Francotirador, de Clint Eastwood, reincide en el tema para su debut como director.
Basándose de nuevo en una historia real (de las miles que deben pulular por los Estados Unidos), Deber cumplido narra el regreso de tres amigos tras haber combatido juntos en Iraq y los fantasmas que los acompañan. Para ello, Hall se apoya en unas buenas interpretaciones, entre las que destaca la pareja protagonista, el habitualmente insulso Miles Teller y la siempre efectiva Haley Bennett (más la efímera presencia de la comediante Amy Schumer, extraña en un rol tan dramático), y que son lo único interesante para una historia demasiado sobada ya por el cien americano y que bien podría ser un telefilm de sobremesa del montón.
Hall parece querer hacer su versión actualizada de El regreso, de Hal Ashby, pero solo consigue componer unas historias deshilachadas y de escaso interés (quizá en otras manos escenas como la del banco podría haber tenido un trasfondo dramático más impactante) en las que apenas logra ahondar lo suficiente como para que nos interesen de verdad sus protagonistas. O bien no es capaz de mostrar de manera correcta la caída a los infiernos de los personajes o quizá le falta tiempo para desarrollar tres historias a la vez (cinco si contamos con la de los dos personajes que no llegan a regresar). Mejores cosas se han visto en televisión, como en la serie Homeland o incluso en una de las subtramas de The Punisher, o en la incomprendida película de Ang Lee Billy Lynn.
O quizá el problema es que sea una película demasiado americana dirigida especialmente a un publico americano, y que no logra traspasar las fronteras de la empatía y la comprensión.
No es, al menos, un panfleto manipulador como aquel El Francotirador (por lo menos aquí, en una escena en la que se requiere a un bebé, no se ha usado una muñeca), por lo que permite que su visionado sea correcto, sin que debamos exigirle nada más que las consabidas hora y media de personajes quejándose por lo mal que lo han pasado y las pesadillas que se han traído después de luchar en nombre de un país que no parece dispuesto a recompensarlos por ello.

Valoración: Cinco sobre diez.

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