El Pasajero es la cuarta colaboración entre el director catalán
Jaume Collet-Serra y Liam Neeson tras Sin
identidad, Non stop (sin escalas)
y Una noche para sobrevivir.
Este
realizador barcelonés afincado en Hollywood tiene unas señas de identidad tan
claras y definidas que resulta difícil que ninguna de sus películas lleven a
engaño. En El pasajero, heredera de
films de suspense hitchconianos como Extraños
en un tren o incluso con dejes de los sospechosos por eliminación propios
de Agatha Christie, con Asesinato en el Orient Express como mejor referencia.
En
El Pasajero no hay, aparentemente,
ningún asesinato, pero sí un misterio por resolver. El protagonista, un hombre
que lleva diez años tomando a diario el mismo tren de cercanías y que conoce de
vista a casi todos los pasajeros habituales, recibe la oferta de localizar a
una persona en concreto a cambio de una generosa suma de dinero. Todo, casualmente,
el día que le comunican su despido.
Este
es el punto de partida de una trama imposible, llena de giros absurdos y
situaciones inverosímiles que, como no podía ser de otra manera, están
brillantemente resueltos por Collet-Serra. Pese a lo bien que lo hizo en los
espacios abiertos de su última película, Infierno azul, el director está habituado a los espacios cerrados y claustrofóbicos,
y su cómplice Neeson se mueve como pez en el agua entre los estrechos vagones
de un tren abarrotado que terminará, como dictan los cánones, con los
principales sospechosos reunidos en un mismo vagón.
Peleas
realistas, explosiones, descarrilamientos y otros tópicos del cine de acción
decoran la trama permitiendo que el director se luzca como nunca, aunque esa
dejadez en el argumento termina por aguarle un poco la fiesta. Además, no sé si
por culpa de la producción o debido a las carencias en la exhibición, algunos
momentos se me antojaron excesivamente digitales, dándome la sensación de que
en demasiados momentos se le ve el truco, convirtiéndola en una pirotecnia
demasiado artificial.
Con
todo, el tándem Collet-Serra/Neeson vuelve a funcionar, más si además tenemos
de regalo la presencia de Vera Farmiga y se dejan ver por ahí actores de la
talla de Patrick Wilson, Sam Neill o nuestra Clara Lago.
Película
imposible de analizar en profundidad, pero disfrutable como espectáculo, que
cumple las expectativas y hará las delicias a los fans del género.
Valoración:
Seis sobre diez.
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