Cuando escuché hablar por primera vez de Jaguar lo cierto es que llamó bien poco mi atención, aunque luego mis sensaciones con respecto a la serie ha sido como una montaña rusa, llena de altibajos.
Lo
cierto es que el tema de los cazadores de nazis siempre me ha interesado (como
casi todo lo relacionado con la II Guerra Mundial), pero la premisa me
recordaba demasiado a Hunters, la
serie de Amazon Prime con Al Pacino
que, la verdad, tampoco es que fuera para tirar cohetes.
Sin
embargo, una vez puestos en harina, la cosa pintaba francamente bien. Debo
reconocer que, pese a los peros que le pueda llegar a poner, me devoré la serie
entera en una sola tarde, del tirón, algo que no suelo hacer excepto en ocasiones
excepcionales (La Casa de papel es
una de ellas).
Con
una sencillez de recursos más limitada de lo que a simple vista podría parecer
(cada capítulo tiene un único escenario, tal y como define el propio título del
episodio), la serie gira bastante alrededor de Blanca Suarez, siendo ella el
principal reclamo de la misma tal y como en Hunters
hacía Pacino, aunque su rol dentro del grupo de cazadores es más similar al del
personaje de Logan Lerman. La principal diferencia es que Jaguar está ambientada en los años 60, con lo que los protagonistas
son verdaderos supervivientes del Holocausto, no meros descendientes.
Hay
que destacar que, en contra de otras producciones patrias de Netflix como Sky rojo, la serie se toma en todo
momento muy en serio, por más que su secuencia de créditos tenga cierto aire
comiquero, lo cual hace que cuando es necesario un ejercicio excesivo de
suspensión de la credulidad la cosa rechine demasiado, en especial respecto a
los dos últimos episodios.
Un
acierto es que no se trate de una serie episódica, con un villano por episodio,
pero por el contrario el final queda demasiado abierto, obligando a esperar a
una segunda temporada con la misma continuidad. Esto provoca que quede un
cierto deje de insatisfacción, haciendo que, incluso tras reconocer haber visto
toda la temporada sin descanso, tenga serias dudas del interés que me suscite
la continuación. Al final, como en las series menores, dependerá de qué otras
series tenga en pendientes en ese momento, desaprovechando la oportunidad de
haber dado un buen cierre a la trama y centrarse en otro villano en caso de
renovación, que no será por nazis… El problema es haber usado personajes reales
(o más o menos), pues superar en maldad y villanía a Aribert Heim, apodado no
por nada El Doctor Muerte, no es moco de pavo.
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