García y García es una película que se estrenó sin pena ni gloria el pasado mes de agosto pero que llega ahora, a bombo y platillo, a Amazon Prime, presentada casi como de uno de sus grandes estrenos se tratara.
En
su momento, el film de Ana Murugarren fue objetivo de críticas despiadadas que
la definían como un horror de película, lo cual deja en muy mal lugar el pabellón
de producciones españolas de Amazon
tras el esperpento de Cuidado con lo que deseas, pero a la hora de la verdad lo cierto es que no es para tanto.
Típica
comedia de equívocos con trasfondo romántico como añadido, García y García es una película que no llega a lo que aspira, que
es una especie de remiendo del cine esperpéntico de Fesser (ahí sí que estuvo
más acertada Amazon con Historias lamentables), pues la historia
parece querer evocar en muchos momentos al humor absurdo de tebeo propio de Ibáñez.
No llega, digo, a tanto, pero tampoco es el despropósito que tanto se ha dicho.
En
el fondo, se trata de una comedia protagonizada por José Mota y Pepe Viyuela,
lo que significa que esperar maravillas de ella ya parece absurdo de por sí. Y
no por poner en duda el talento de sus protagonistas, que no lo hago, sino
porque no podemos encontrar ningún gran título de ellos en el mundo del cine,
lo que demuestra que este no es, seguramente, el medio en el que más cómodos se
encuentren.
Por
eso, con unas expectativas acordes a lo propuesto, García y García cumple a la hora de hacernos sonreír con cuatro
tonterías. Se trata de un humor bobo y muy simple que no busca más que hacer
pasar un rato entretenido, tal y como podría hacer cualquier producto
televisivo de sus protagonistas. Una película de evasión, muy ligera y
facilona, que apunta bajo y, gracias a ello, acierta. Es como ir a comer a un fast food. Que si uno espera un plato de
gourmet sale trasquilado, pero si tiene claro que lo que le van a ofrecer es
una hamburguesa con kétchup y patatas fritas, puede disfrutar de ella.
Valoración:
Cinco sobre diez.
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