viernes, 13 de octubre de 2017

TOC TOC: Diversión a medio gas

Toc toc (no confundir con la película Know know de Eli Roth que aquí se tradujo de igual manera) es una obra de teatro que se convirtió en uno de los fenómenos de la temporada por su alocado sentido del humor.
Era cuestión de tiempo que la historia diese el salto al cine y Vicente Villanueva, que hace no mucho estrenó Nacida para ganar, ha sido el responsable de darle forma al proyecto.
Con un reparto de grandes nombres que garantizan por sí mismo el interés de la película, Toc toc chirría un poco en la conversión del formato. Aunque Villanueva saca las cámaras en algún momento fuera de la estrafalaria consulta del psicólogo que era el escenario central en el teatro, se notan demasiado esos orígenes escénicos, resultando la acción demasiado acartonada. Hay quien se pueda quejar también de que la fidelidad es tal que, quien conociera la ora no va a poderse sorprender ante el desenlace, pero no se deben preocupar por ello. Es todo tan obvio que cualquiera puede adivinarlo de antemano. Tampoco es que importe demasiado. Aquí de lo que se trata es de reírse y pasarlo bien. Y eso, a cuenta gotas, lo consigue.
La cosa va de un grupito de disfuncionales que presenta cada uno una tipología de enfermedad mental diferente, casi un catálogo similar al que Paco León proponía en Kiki en referencia al sexo. Todos los protagonistas se encuentran en la sala de espera de un psicólogo que llega con mucho retraso y, como si de una obra de Agatha Christie se tratase, deberán interactuar entre ellos para conocerse unos a otros y sobrevivir a la experiencia.
Hay grandes cómicos en plantilla, y todos ellos hacen un buen papel, pero el guion no es suficientemente redondo para conseguir ser todo lo desternillantemente que se propone, y aunque en ningún momento aburre, la ansiada carcajada es sustituida, en demasiadas ocasiones, por una simple sonrisa.
Así pues, la película se deja ver con agrado, pero nunca alcanza ese nivel de genialidad que tenía, sin ir más lejos, el mencionado título de León (que aquí hace uno de los papeles principales) ni se aprovecha al máximo la vis cómica de Alexandra Jiménez. Una oportunidad perdida para hacer una gran comedia, que se queda a medias tintas y resulta, simplemente, entretenida.

Valoración: Seis sobre diez.

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