Dirigida por Tate Taylor, Ava es otra de esas películas que, con un reparto de campanillas, se ha quedado con las ganas de pasar por las carteleras de los cines debido a la pandemia.
Protagonizada
por Jessica Chastain, y con un imponente cartel de secundarios, que incluye nombres
como John Malkovich, Geena Davis, Common, Colin Farrell y, en roles mucho más
secundarios, Joan Chen o Ioan Gruffudd, la película es una nueva vuelta de
turca al hecho de feminizar las clásicas historias de asesinos a sueldo, ya
sean como simples sicarios o
sofisticadas agentes dobles.
Quizá
Taylor no sea un gran director de acción, optando por coreografías escasas,
pero consigue componer una historia que, sin ser memorable, se digiere bastante
bien, resultando suficientemente entretenida como para disfrutarla.
Uno
de sus problemas es que, por más que pueda parecer que haya una moda sobre el
tema, la realidad es que son tan escasas las películas protagonizadas por femme fatales del estilo la comparativa
es inevitable. Por eso, Ava no
contiene ni la espectacularidad de un título como Atómica ni la profundidad de Gorrión Rojo.
Pese
a esa falta de espectacularidad, la acción rinde bastante bien, siendo el
aspecto más dramático del film lo que más flojea. Pero al menos los actores
parecen tomárselo lo suficientemente en serio como para justificar su
visionado.
Valoración:
Seis sobre diez.
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