Es un poco tramposo analizar esta nueva tanda de episodios de Lupin como si de una segunda temporada se tratase, ya que en realidad es una continuación directa de lo visto hasta ahora, avanzando la trama hacia delante y dejando las puertas a una tercera oleada de episodios que sin duda ya se estarán cocinando.
Lupin, parte 2 es, pues, continuista, pero si bien lo hace con la historia
no es igual con los modos. Sobradamente presentados los personajes, es cuestión
de ir pisando el acelerador hacia el enfrentamiento inevitable entre Assane y Pellegrini,
y en eso la serie se resiente, pues si bien por un lado pretende ser más
emocionante y con más cliffhangers
que la primera tanda de capítulos, el concepto de «imitador de Lupin» se pierde
bastante, quedando el ingenio del protagonista en bastante segundo término.
Además,
los creadores pretenden rizar el rizo en exceso, y eso deriva en una serie de
situaciones en las cuales los saltos de fe son demasiado impostados, resultando
la verosimilitud (ya bastante cuestionable de por sí en la primera parte)
totalmente absurda. Sumémosle a eso algunos personajes tan caricaturescos y
torpes como Léonard para comprobar que la serie, apenas recién empezada,
muestra ya sus primeros síntomas de cansancio.
He
podido disfrutar de esta segunda temporada, y tengo esperanzas de repetir la
experiencia con la tercera parte, pero en verdad espero que esa nueva tanda de
episodios sea definitivamente la última pues, de seguir alargando la trama, me
temo que me veré tentado a bajarme precipitadamente del tren.
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