martes, 20 de julio de 2021

Reflexiones: DESPIDIENDO A NAT

Ahora sí. Ha llegado el momento. La vimos marcharse en Endgame pero no tuvimos la oportunidad de decirle adiós como es debido. Ahora, con el estreno de su primera (y única) película en solitario, es más que probable que la hayamos visto por última vez, así que a modo de epitafio he querido repasar algunos datos que conectan la historia de la película con su historia en el MCU.

Muchos son los que se han quejado de que la película les ha sabido a poco, y más teniendo en cuenta que no hay ningún cameo importante del resto de Vengadores (y mira que se habló de la hipotética participación de Robert Downey Jr.), pero eso no significa que Los Vengadores no hayan estado muy presentes en toda la película, como vamos a ver. Por supuesto, si no has visto aún Viuda Negra, ya te imaginarás que de aquí en adelante hay un porrón de spoilers. Ya está dicho.

La película arranca directamente tras los sucesos de Civil War, más concretamente al terminar el metraje «oficial», sin contar la escena postcréditos. Recordemos que tras la disputa entre Tony Stark y Steve Rogers Natasha, que inicialmente era del equipo Iron Man, decide ayudar al Capi tras la pelea del aeropuerto, permitiéndole escapar. Eso provoca que tras la película, la espía esté en busca y captura por parte del gobierno, ya que en la película de los Russo nada se dice sobre su paradero. Por eso, todo arranca con el general Ross liderando un batallón para capturarla, naturalmente sin éxito.

Sin embargo, las referencias de la película van mucho más atrás, a la época en la que ella estaba entrenada por el general Dreykov en la Sala Roja. Es en Vengadores: La era de Ultron cuando vemos por primera vez a una Natasha niña acatando los duros entrenamientos. También en esa película nos adelantan lo que Yelena cuenta en Viuda Negra, como todas las futuras Viudas son esterilizadas como parte de su entrenamiento. Es durante la conversación entre Natasha y Bruce Banner, en un momento íntimo que ayuda a reforzar su relación.

Años antes, tras la primera unión de los Vengadores para enfrentarse a la amenaza de Loki, durante el interrogatorio que Nat le hace al dos del engaño, sale a relucir su oscuro pasado, llegándose a mencionar el asesinato de la hija de Dreykov. En Viuda Negra vemos, al fin, como se produce ese asesinato, que aconteció precisamente en Budapest y con Cliff Burton como ayudante. Esto enlaza con las conversaciones entre Clint y ella sobre la capital de Hungría, reforzando también los vínculos de su amistad.

Natasha es una espía solitaria y que guarda mucho rencor a su Rusia natal. Ahora sabemos por qué, ya que fue arrebatada a su madre y criada con una familia ficticia. Los Vengadores es lo más parecido que ha tenido a una familia, y a ello se alude varias veces en su film en solitario. La deuda que tiene hacia sus compañeros trasciende la simple fidelidad y es eso, y no su pasado como agente doble, lo que provoca que durante la guerra civil superheróica le cueste tanto tomar partido. Ella es la más dolida por la situación, y así lo demuestra varias veces a lo largo de esta última película. Al final de Viuda Negra se refiere a los Vengadores como a «su familia» y por ello adopta el rol de líder al comienzo de Endgame, negándose a tirar la toalla pese a la derrota contra Thanos. Y es evidente que esto es lo que motiva su decisión de sacrificarse al llegar a Vormir, aunque es justo reconocer que aquí nos encontramos una pequeña pifia, ya que Nat confiesa a Clint que al estar con los Vengadores ha sentido por primera vez lo que es ser parte de una familia y al final de Viuda Negra ella misma asegura que, después de tantos años sin tener una familia, ahora resulta que tiene dos.

El caso es que conocer que la hija de Dreykov sobrevivió al atentado y destruir definitivamente a la Sala Roja ayuda a compensar su pasado, teñido de rojo, lo que puede influir también en ese deseo de hacer un último sacrificio, ahora que está en paz consigo misma.

Además, aunque Natasha no pudiera tener hijos, sí deja una heredera para ocupar su puesto: su «hermana» Yelena. En la última escena que comparten juntas en Viuda Negra, Yelena le regala, a modo de despedida, su chaleco, que ha sido fruto de las bromas de Nat durante gran parte del film. El mismo chaleco que lleva luego en Infinity War.

Hay más conexiones entre Viuda Negra y el resto del MCU, aunque la más jugosa sigue sin una explicación concreta: me refiero a cuando Natasha y Bucky se cruzan en Capitán América: El Soldado deInvierno y ella comenta que, al menos, podría haberla reconocido. No sabemos nada de ese encuentro directo entre ambos (más allá de que Bucky le dejó una cicatriz tras un balazo, lo que la haría quedar horrible en biquini), pero si se nombre en algún momento del film la operación Soldado de Invierno. Al fin y al cabo, tanto esta como las maniobras de la Sala Roja provienen de Rusia y se basan en el control mental. Y es precisamente una de las villanas de la serie

Falcon y el Soldado de Invierno, Valentina Allegra de Fontaine, quien aparece en la escena postcréditos, frente a la tumba de Natasha Romanoff, para enviar a Yelena tras la pista de Cliff Burton, trama que quedará reservada, casi con toda seguridad, para la propia serie de Ojo de Halcón.

Jugando a hacer encaje de bolillos con la cronología, el final de la película nos ofrece la última escena de Natasha como Viuda Negra, caminando lentamente hacía un quinjet, de donde pasaríamos a la escena postcréditos de Civil War, ya que se entiende que es ella quien ayuda al Capi a rescatar de prisión a Ant-man, Falcón y Ojo de Halcón. De ahí pasaríamos ya al díptico Infinity War / Endgame para, tras su sacrificio, ver su lápida en la escena postcréditos de Viuda Negra.

Puede que, así y todo, sea poco para despedirse de Natasha, la genuina y única viuda negra (y eso que Florence Pugh mola mil) que, pese a no convencerme cuando se anunció el casting (yo habría apostado por Olga Kurylenko, quien curiosamente está en Viuda Negra), ocho películas y doce años después se ha convertido prácticamente en un mito.

Descansa en paz, Nat. Te levamos en el corazón.

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