lunes, 31 de diciembre de 2018

Análisis: LA CRUZADA CONTRA NETFLIX


Debería haber terminado el año hablando sobre el último estreno importante de la semana. Lo que esconde Silver Lake es una estupenda película de la que se debe hablar. Ya lo hice en su momento cuando tuve la suerte de verla en el pasado Festival de Sitges, pero ya se sabe que en medio de las maratones y ante un público entregado, a veces la percepción puede variar de cuando se ve una película en una sala de cien convencional, sin aplausos que jadeen cada muerte ni sintiendo como el agotamiento hace mella en tu cuerpo y tu mente. Por eso había decidido volver a hablar de ella tras un nuevo visionado.
Pero no ha podido ser.
No ha podido ser porque las salas en las que se ha estrenado han sido mínimas, algunas en sesiones y días concretos.
Esto no es ninguna novedad. La semana pasada mismo me las vi y me las deseé para poder disfrutar de Ana y el Apocalipsis, película que venía precedida por críticas muy entusiastas. ¿Recuerdan hace unos meses el estreno de Mandy, la película dirigida por Panos Cosmatos a mayor gloria de Nicolas Cage? ¿No? Yo tampoco. Porque fue igual de invisible.
Y no es un problema que afecte solo al fantástico. Ya hubo una distribución igual de pésima con Quien te cantará, posiblemente la mejor película española del año.
Peor todavía: Os voy a mencionar algunas películas que ni siquiera se han estrenado (ni hay esperanzas de que lo hagan): Ingrid goes west, premiada en los Independent Spirit Awards, con un 85% de votos favorables en Rotten Tomatoes y con Aubrey Plaza y Elizabeth Olsen, Brawn in the cell block 99, aquella salvajada de S. Craig Zahler con Vince Vaughn, Brigsby bear, de la que dicen es la mejor película en la filmografía de Mark Hammil, Vidas de mujer, con un reparto estelar encabezado por Laura Dern, Michelle Williams y Kristen Stewart, Mujeres del siglo XX, que incluso tuvo una nominación a los Oscar a la mejor actriz protagonista para Annette Bening, El profesor Marston y Wonder Woman, el biopic del autor de la Mujer Maravilla, y eso por no retroceder en el tiempo y recordar los casos de A la caza de los ñumanos, John Wick, The Raid, etc.
No quiero ser más papista que el Papa y decir a las distribuidoras lo que deben estrenar y lo que no, faltaría más, ni cómo deben hacerlo. Pero sí me indigna que, ante el desprecio que muestran hacia cierto tipo de películas de demostrada calidad (o, como mínimo, interés), se llenen la boca profiriendo insultos y escupiendo culebras contra las plataformas digitales (encabezadas por Netflix) por decir que están matando al cine.
Para empezar, si no fuera por plataformas como Filmin, Movistar o la propia Netflix, muchas de esas películas serían imposibles de ver. Recuerde, si no, el caso de la estupenda Aniquilación, que no se estrenó en cines porque (decían) era demasiado inteligente para el público medio.
Y después de las polémicas con festivales como Cannes llega Roma y se reactiva de nuevo todo el odio. Y eso que, pese a ser una película producida (es decir, pagada) por Netflix, esta dio la posibilidad de que se estrenara en cines, tal y como parece ser que podría suceder en el 2019 con The irishman, de Scorsese. Lo que ocurre es que, a los cines, esto de estrenar una semana y que a la siguiente se pueda ver en Netflix no les parecía bien. No les valía la pena, decían. Aunque estrenar otras películas que sí están hechas para el cine en pocas salas y en pocos horarios sí es buena idea, ¿verdad?
La gota que ha colmado el vaso es que tras el boicot que se ha hecho a Roma (el propio Cuarón aseguró que no había ningún tipo de imposición, como se ha rumoreado por allí, y que cualquier cine que quisiera distribuirla solo tenía que pedirla), van y los de la cadena Yelmo emiten en directo, en todos sus cines, la final de Operación Triunfo. ¿me he vuelto idiota o esa es la contradicción más estúpida que se me puede ocurrir?
Y para colmo, en los Verdi de Barcelona (que es uno de los tres únicos cines que sí han apostado por roma), la película llenó las salas y las sigue llenando incluso después de que estuviese disponible en streming.
Una anécdota: Phil Contrino, presidente de la Asociación de dueños de cines norteamericanos, era una de las voces más altas en contra de Netflix, hasta el punto que llegó a encargar un estudio para demostrar lo dañino que la plataforma era para las salas de cine. Pues bien, el estudio termino concluyendo que la mayoría de usuarios de Netflix era consumidor habitual de cine en salas comerciales y que una opción no era sustitutiva, sino complementaria de la otra. Así, incluso se podría llegar a afirmar que Netflix, en lugar de dañar al cine, lo ayuda a potenciar.
Y eso, por no hablar de los autores que han encontrado en las plataformas una libertad que no habrían encontrado en estudios cinematográficos habituales. ¿Imaginan a Cuarón llevando su guion de Roma a, por ejemplo, Warner? Scorsese, que lidera el proyecto más esperado del año (fuera del terreno de los blockbusters, of course), no consiguió financiación hasta que Netflix decidió apostar por él y hasta Sandra Bullock (bastante olvidada últimamente, pese a haber protagonizado éxitos recientes como Gravity u Ocean’s 8), ha logrado su mayor éxito (casi un hito, batiendo récords) con A ciegas, uno de los últimos estrenos de Netflix.
Pero bueno, supongo que esto no es más que la pataleta de fin de año y que no vale la pena hablar a oídos sordos. Mi consuelo es que, gracias a las plataformas, muchas películas invisibles podrán ver la luz, aunque para otras (ahora que el concepto “directa a vídeo” es casi un chiste) habrá que esperar un tiempo. Pero no os preocupéis, que las películas de terror de bajo presupuesto, por infumables que sean, se podrán ver en cine, aunque sea para ver a lo grande una pantalla de ordenador. Y cosas como Holmes & Watson, que tiene un 5% de votos positivos en Rotten Tomatoes, repudiada por crítica y público (se dice que es de esas películas que hacen que la gente abandone las salas a mitad de la proyección) y que ni siquiera Netflix quiso en su momento (y eso que es una comedia y eso siempre le va bien a la plataforma, no en vano tiene un contrato en exclusiva con Adam Sandler), tienen fecha de estreno en nuestro país.
Así que sí, quedad tranquilos. No tendréis problemas para ver a Will Ferrer haciendo el chorras o pasar miedo (es un decir) con La Llorona. Pero para ver qué secreto se oculta bajo Silver lake os tendréis que dar prisa y hacer encajes de bolillos con vuestra agenda. Para otras, ni eso…
¡Ala, ya me he desahogado! Lo necesitaba.

Ahora sí, feliz fin de año y nos leemos en el 2019…

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