sábado, 16 de noviembre de 2013

SOMOS LOS MILLER (6d10)

Pues aquí estamos otra vez ante una de esas comedias sin más pretensiones que hacernos pasar un buen rato y -¿será por los tiempos que corren?- habiendo sido número uno en la taquilla americana. Está claro que, hoy por hoy lo que mejor funciona son las comedias simples y las películas de terror más simples aún, aunque haya demasiadas comedias que den miedo y demasiadas películas de miedo que den risa.
En este caso, sin embargo, la propuesta está un poco por encima de lo esperado, por más que empieza a cansar ya el temita de que Jennifer Aniston se haya empeñado en destacar su faceta más sexual en todas sus películas (desde Cómo acabar con tu jefe parece que imponga por contrato aparecer ala menos una vez en ropa interior), aunque que se confundan sus escenas eróticas con escenas cómicas no debería decir mucho en su favor.
Sea como sea, Aniston aparte, Somos los Miller se presenta como una comedia loca, divertida y repleta de gags que, por mucho que deriven a un final previsible e inevitable, funcionan en la mayoría de las veces, apoyándose sobre todo en la vis cómica de sus intérpretes y en un surrealismo delirante en ocasiones (esa pecera gigante con una orca asesina dentro) pero con las convenientes dosis de acción para hacer de esta road movie familiar un producto de puro entretenimiento.
No nos engañemos, no estamos hablando ni de lejos de la reencarnación de Billy Wilder, pero es que el panorama humorístico tiene unos niveles tan bajos que cualquier peliculilla como esta que te permita soltar cuatro o cinco carcajadas ya merece un aplauso.
Y eso y poco más es lo que debemos pedirle a Somos los Miller. Pasar un buen rato riendo y olvidando los problemas de la vida real con una serie de tontadas mejor o peor contadas y con unos intérpretes que se mueven como pez en el agua en este tipo de producciones. Dirigida por Rawson Marshall Thurber, cuya obra más destacada hasta la fecha era Cuestión de pelotas, cuenta en su reparto con Jason Sudeikis, visto en Carta Blanca, Cómo acabar con tu jefe y en diversas comedias televisivas, Ed Helms, para siempre el más desgraciadico de Resacón en las Vegas, y los jóvenes Emma Roberts (sobrina de Julia) y Will Poulter (que se dejaba ver por alguna de las Crónicas de Narnia).
La historia es tan absurda como que un camello del tres al cuarto debe convertirse en narcotraficante internacional a la fuerza y no tiene mejor idea para cruzar sin problemas la frontera mejicana que aliarse con un grupo de semidesconocidos para fingir ser una familia feliz y empalagosa que pasa las vacaciones a bordo de una monstruosa auto caravana.
Evidentemente, por muy gamberra que quiera ser la película (se trata de un camello, una stripper, una sin techo y un pardillo aún virgen) todo tendrá un final con moralina y resaltando los valores familiares, pero aun así y todo el mensaje no se hace lo suficientemente empalagoso para llegar a molestar tanto como se podría esperar, mientras que por el otro lado, el humor es más sutil y blanco de lo que pretende mostrar el tráiler, donde se han condensado todos los chistes zafios como dirigiendo –equivocadamente- el producto hacia un público demasiado descerebrado para entender ningún chiste que no sea de cacaculopedopis.

No sé, quizá es que con los años me esté volviendo muy conformista, pero yo conseguí reírme casi todo el rato. Y a eso iba. ¿Para qué pedir más?

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo en que "la Aniston" está empeñada en hacernos ver que los años pasan por todo el mundo menos por ella. La trama es muy simple, cosa que funciona con mucha gente pero a mi me deja indiferente. Sí que tiene algún chiste divertido pero no me parece que cumpla las expectativas que promete el tráiler. Y el final... totalmente increíble. Yo le daría un aprobado por los pelos.

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    1. Sólo quiero hacer una apreciación sobre tu comentario. Cuando hablas del final increíble me imagino que te refieres al hecho que pasen a ser testigos protegidos y se olviden como sí nada de los delitos pasados (en concreto los del cabeza de familia). No soy un experto en legislación americana, pero te encomiendo a ver Malavita, que aún siendo muy diferente a esta podríamos decir que empieza donde acaban los Miller, con una familia camino a su nueva (y falsa) vida pagada con los impuestos de los estadounidenses. Y si es por pasado delictivo, nada que ver...

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