miércoles, 29 de julio de 2015

ETERNAL (6d10)

Antes de empezar mi comentario quiero dejar claro un tema: la mayoría de críticas de medios especializados que he escuchado/leído por ahí han puesto está película a caer de un burro. Pero siendo objetivos, no lo han hecho por su calidad, sino por el pequeño detalle de ser un remake y perder en comparación con respecto al original. Soy el primero en criticar ciertos remakes innecesarios que sabemos de antemano que van a ser inferiores al imitado (me vienen a las mente casos recientes como RoboCop, Poltergeist o la polémica que recorre la red últimamente ante el rumor -desmentido por el propio Zemeckis- de que se podría estar planeando una nueva saga de Regreso al futuro). Pero eso tiene cierta lógica cuando
se trata de auténticos clásicos (nadie en su sano juicio se atrevería a hacer un remake de Casablanca, Gus Van Sant lo intentó con Psicosis y así le fue) o de películas míticas como las mencionadas. Pero no creo que eso se de en el caso de Plan diabólico, el título del que se referencia Eternal. La película de John Frankenheimer es sin duda una gran obra, pero tampoco original, pues se basaba en una novela de David Ely, así que ¿por qué rasgarse las vestiduras comparando está peli con una de 1966 que tampoco es que forme parte de la historia más imprescindible del cine en lugar de disfrutar (o no) del trabajo de Tarsem Singh por sus propios méritos?
Y el caso es que la película no está nada mal, le pese a quien le pese. No es magnífica pero logra su propósito de entretener e intrigar durante un buen rato. Aunque arrastra un problema, eso hay que reconocérselo.
Al crear una historia, ya sea para cine o en novela, es relativamente fácil hallar una buena idea de base. El problema es saber desarrollarla. Es lo que pasaba en títulos a priori tan interesantes como La noche de las Bestias (The Purgue) o Tú eres el siguiente, cuyas premisas llamaban mucho la atención pero terminaban cayendo hacia la rutina a medida que avanzaba el metraje.
Así, el punto de partida es muy interesante. Un acaudalado empresario está próximo a morir y como medida desesperada para alcanzar la inmortalidad acepta realizar una intervención médica mediante la cual su conciencia pasará a ocupar un cuerpo más joven, creado artificialmente en un laboratorio. El problema es cuando se descubre que el nuevo cuerpo que ocupa no es tan artificial como le habían asegurado y los recuerdos de su anterior propietario comienza a mezclarse con los suyos propios. Como podéis ver, ciencia ficción sesuda y con dilema moral incluido que puede recordarnos a las historias clásicas de Philip K. Dick. Es una parte de la película, además, protagonizada por el siempre excelente Ben Kingsley.
Lo que sucede es que una vez descubierto el meollo nuestro protagonista, ahora interpretado por un correcto pero para nada genial Ryan Reynols, emprende una carrera contrarreloj por salvar su vida y la de los inocentes que lo acompañan (no daré más detalles, que para spoilers ya está el tráiler) que convierten la ciencia ficción del principio en algo anecdótico para convertirse en una peli de acción más, como si de un film del desaparecido Tony Scott se tratase. Aunque claro, Singh no es Scott, por desgracia.
Así, la película es correcta y funciona bien si la tomamos como un simple entretenimiento de acción, con persecuciones intensas bien ejecutadas y algunos rostros conocidos (Matthew Goode, Natalie Martinez y Victor Garber completan el quinteto protagonista), aunque puede decepcionar el que no se apostara más por la dualidad interna del protagonista como se intuía al principio.
Quien quiera buscar en Eternal algo más, como los señores a los que me refería al principio, se sentirán defraudados. Estafados incluso. Los que sepan que van a ver una simple peli de acción con giros de guion y algo de drama, se sentirán satisfechos. El problema es que a veces el espectador pretende decidir lo que quiere que le enseñen, en lugar de recordar que el cine consiste en disfrutar con lo que el director decide mostrarte. Y con un guion, por cierto, de los hermanos Pastor, que parecen afianzarse cada vez más en Hollywood.

No hay comentarios:

Publicar un comentario