lunes, 4 de mayo de 2015

FELICES 140 (6d10)

Resulta curiosa e incluso desconcertante la nueva película protagonizada por una Maribel Verdú que se me antoja mejor a medida que pasan los años y que aquí lleva toda la voz cantante, por más que se rodee de un reparto ciertamente interesante.
Dirigida por Gracia Querejeta a partir de un guion de Santos Mercero la película arranca como una suerte de Los amigos de Peter a la española cuando Elia, la protagonista, decide reunir a la vieja pandilla en una casa rural para celebrar su cuadragésimo cumpleaños. Sin embargo, tras esa invitación se esconde una doble intención, ya que Elia quiere aprovechar para comunicar también a sus seres más queridos que es la única ganadora del Euromillones, exactamente de un bote de 140 millones de euros.
Todo pinta a comedia costumbrista que reflexiona sobre la amistad, el paso del tiempo y las heridas no cicatrizadas, algo parecido a lo que sucedía en el magnífico título de Kenneth Branagh que también describía un reencuentro entre amigos con un secreto de fondo. Una premisa argumental que se ha visto muchas veces en cine pero que suele funcionar francamente bien.
Hay, sin embargo, un giro argumental a mitad del metraje que retuerce el concepto y provoca que nos encontremos en dos películas diferentes dentro de una. Y ahí es donde Felices 140 se topa con su principal virtud y su mayor problema.
Ese jugar con los géneros le facilita el diferenciarse de las principales referencias, cambiando el punto de vista y convirtiendo al nuevo elemento introducido en el motor sobre lo que gira todo (que en el fondo no es la amistad, como parecía al principio, sino el dinero). Corre el riesgo, sin embargo, que ese cambio de estilo resulte indigesto y haya quien, incluso, se sienta decepcionado al encontrarse ante una película que no es la que esperaba.
Personalmente, creo que las dos intenciones casan muy bien, y que el ritmo de la historia no decae en ningún momento, siendo la transición argumental muy adecuada y echando tan solo en falta un final algo más alargado. Ello es mérito del guion y del buen trabajo de Querejeta tras las cámaras, que sabe aprovecharse además del paisaje canario que rodea el lugar del reencuentro, pero no se puede negar que la cualidad principal de la película hay que encontrarla en su reparto, con una inmensa Maribel Verdú que luce por encima de todos pero con la labor siempre excelente de Antonio de la Torre y Eduard Fernández, sin desmerecer a Nora Navas, Marian Álvarez, Alex O’Dogherty, Paula Cancio o Marcos Ruíz.
Sin caer en excesos, Felices 140 tiene sus momentos de humor y de drama, de buenos sentimientos y de odiosas decisiones, y sin llegar a ser una película perfecta logra emocionar e invita a la reflexión sin atufar por ello a pretenciosidad.
Simpática, entretenida y muy recomendable, siempre y cuando no nos indigestemos con tanta mala leche.

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