domingo, 18 de febrero de 2018

BLACK PANTHER

Ya he hablado muchas veces del miedo que me provoca el exceso de hype antes de ver una película, y las excelsas críticas positivas referidas a Black Panther tras sus pases previos me hacían presagiar una merecida decepción. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, y una vez disfrutada puedo confirmar que la última producción Marvel es todo lo que se ha dicho de ella y más, demostrando que en Disney saben las teclas que deben tocar para unir a crítica y público y que el fracaso de Liga de la Justicia no es más que una excepción que confirma que no hay ninguna amenaza que suponga el fin de la burbuja del cine de superhéroes.
Daba la sensación de que por mucho que se acusara a Marvel/Disney de hacer películas fotocopiadas, últimamente se estaba dando más libertad de lo habitual a sus directores para que diesen forma e identidad a sus películas. No hay duda que los hermanos Russo han demostrado un estilo particular con sus dos aproximaciones al Capi: Soldado de Invierno y Civil War, y lo mismo, aunque multiplicado por cien, se podría decir de Taika Waititi y su peculiar Thor: Ragnarok. Eso mismo parece haber sucedido con Ryan Coogler, que con la interesante Creed como único precedente en su currículo, ha podido plasmar sus ideas con total libertad, consiguiendo dotar al film de una capa de alegato político y racial que la beneficia en gran medida.
No sé si cabría definir Black Panther como un film arriesgado, aunque sabe evitar los convencionalismos del género con soltura. Si bien su trama general no sea nada del otro mundo y el espectador habitual pueda intuir en todo momento por donde van a ir los giros argumentales, lo cierto es que está todo tan bien hecho y con las ideas tan claras que resulta fresco y novedoso. Black Panther es como una de esas ensaladas con mil ingredientes que, por separado, resultan hasta anodinos, pero que jamás podíamos imaginar que juntos iban a combinar tan bien. Con dos partes bien diferenciadas, la trama de Busan y la de Wakanda, cada una centrada en un villano en concreto, la película reúne elementos propios de James Bond (aunque con gadgets aún más alucinantes que en las pelis del agente 007 pero evitando siempre caer en el ridículo), de los dramas familiares más shakesperianos, batallas aéreas dignas de Star Wars, intrigas palaciegas a lo Juego de Tronos y espectaculares combates al nivel del suelo que desprenden un aroma a El Señor de los Anillos. Todo ello sin olvidar que estamos en una peli de tipos disfrazados y efectos especiales y con la África más tribal, con sus colores y costumbres (que en alguna escena rememora incluso a El Rey León), como escenario principal.
Un amalgama de géneros que podrían haber convertido la película en un pastiche espantoso pero que terminan combinando asombrosamente bien, logrando ser emocionante, dramática y divertida, con unos toques de humor muy ajustados y sin que en ningún momento se olvide que hay un trasfondo político muy definido.
Coogler es el máximo responsable de lograr que este complicado crucigrama tenga final feliz, gracias en gran medida a tomarse la molestia de definir bien a unos personajes que van a encandilar al público de raza negra en particular y a cualquier buen aficionado al cine en general, denunciando sin llegar a posicionarse, con un villano con buenas motivaciones (algunos incluso podrían llegar a dudar sobre su condición de villano) y un excelente aprovechamiento de su elenco femenino, con tres personajes muy diferentes entre sí pero con mucho que aportar al buen funcionamiento de la historia.
Vinculada solo lo justo al resto del MCU (solo parece algo atada a Civil War, algo lógico teniendo en cuenta que fue ahí donde se presentó el personaje), Black Panther ha demostrado ser mucho más de lo que muchos se temían, una simple peli de aventuras en la selva, alzándose entre las mejores propuestas del cien de superhéroes y logrando un nuevo éxito para la saga.
Y a quien no le haya quedado claro de que va la cosa, que esté atento a las palabras del protagonista en la primera de las dos escenas postcréditos que cierran el film: una sola frase sentencia y define a una sociedad de forma implacable.
Mucho me temo (aunque ojalá me equivoque) que Black Panther, aunque será un pelotazo, no va a superar los números en taquilla de Los últimos Jedi, pero creo que sería muy interesante que Rian Johnson le pegara un vistazo a esta película. Podría tener mucho que aprender. Y es que, aunque no lo parezca, hay muchas similitudes entre Black Panther y Los últimos Jedi, con la diferencia de que en Black Panther lo resuelven todo bien, y en Los últimos Jedi

Valoración: Ocho sobre diez.

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