viernes, 4 de julio de 2014

EN UN LUGAR SIN LEY * (6d10)

Nos encontramos ante una pequeña joya del cine más intimista, una especie de western crepuscular cuyo ritmo lento y guion algo confuso es superado con creces por la poesía narrativa plasmada en sus imágenes y a la virtud mostrada por sus intérpretes para reflejar sus dudas y temores, unos sentimientos marcados por los errores del pasado y las decisiones que puedan marcar sus futuros.
Cuando Bob escapa de la cárcel convirtiéndose en fugitivo de la ley debe elegir entre poner toda la distancia posible entre el pueblo y él o regresar en busca de la mujer a la que ama y la hija a la que no ha llegado a conocer. Con tan sencillo punto de partida David Lowery consigue plasmar en apenas hora y media todas las vicisitudes de una historia de amor imposible con evidentes reflejos del cine de Terrence Malick pero sin los excesos y desvaríos de este, haciendo alarde de un gran ejercicio de contención y síntesis y prescindiendo de la violencia gratuita a la que podría estar tentado a entregarse pero sin huir de ella en los pocos momentos en los que es completamente necesaria. Sabe, además, sacar el máximo partido a algunos de sus excelentes actores, como Rooney Mara, Keith Carradine o Ben Foster, siendo Cassey Affleck es eslabón más débil de esta cadena de pasiones frenadas por su excesiva inexpresividad y sosería.
Deliciosa película si nos dejamos llevar por la melancolía y tristeza de sus pasajes aunque coqueteando peligrosamente en demasiados momentos con la tediosidad con la que acontecen los hechos.
Muy recomendable, aunque no para todos los paladares.

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