lunes, 20 de febrero de 2017

CdS: SPECTRAL, fantasmas en zona de guerra.

Poco a poco Netflix se va forjando un buen listado de películas propias, algunas francamente interesantes, como al española Siete años, otras excesivamente mediocres, como Los ridículos seis.
Spectral era uno de sus platos fuertes en las pasadas Navidades, aunque no he encontrado tiempo hasta ahora para poder echarle un ojo. No es, sin embargo, una producción propia, ya que originariamente fue Legendary quien se hizo cargo de ella con la idea de ser estrenada en cines en formato 3D. finalmente, con Universal como distribuidora, algo les olió a chamusquina y se echaron atrás, y ahí es cuando pasó a ser propiedad de la cadena de stremming y a convertirse en un producto televisivo.
Dirigida por el desconocido Nic Mathieu, la película nos traslada a un futuro cercano en el que durante un conflicto bélico en Europa del Este los soldados americanos son aniquilados por una fuerza desconocida que solo puede ser vista a través de unas gafas propiedad de DARPA. Cuando el científico responsable de su diseño se traslada a la zona de guerra se encuentra con que la misteriosa amenaza se representa en formas humanoides espectrales.
Muchas son las cosas a las que puede recordar la película, desde Black Hawk derribado hasta La hora más oscura, pasando por cualquier referencia a cintas de corte sobrenatural y con una estética propia de los videojuegos. Pese a contener un trío de actores bastante competente (James Badge Dale. Emily Mortiner y Bruce Greenwood), los personajes apenas son arquetipos poco definidos sin más función que dar sentido a la acción, una acción bien narrada y con un aspecto visual bastante conseguido, aunque quizá se eche en falta algo más de diversión.
Y es que precisamente el problema de Spectral es que se toma demasiado en serio a sí misma, y siendo un film de corte bélico, y con la proximidad de la excelente Hasta el último hombre de Mel Gibson, las comparaciones terminan resultando odiosas. Además, su tramo final decae bastante al empeñarse en explicar demasiado el misterio y buscarle una lógica verosímil, cambiando el aspecto sobrenatural por el científico y torpeando un poco la acción.
Con todo, pese a sus evidentes limitaciones, la película resulta entretenida y simpática, y su incorporación al catálogo de Netflix la convierten en una buena propuesta para un domingo por la tarde, aunque sí es posible que en cines quedase demasiado limitada.

Valoración: Cinco sobre diez.

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