lunes, 15 de junio de 2020

Visto en Netflix: COFFEE & KAREEM

Coffee & Kareem estaba llamada a ser el gran éxito de Netflix durante el confinamiento, pero que se presentase sin doblar hasta hace apenas unos días sin duda le ha restado fuerza, permitiendo que películas inferiores como Code 8 o Dangerous lies se impusieran (aunque la película del confinamiento ha sido, sin duda, Tyler Rake.

Estamos ante la clásica comedia policíaca en la que dos enemigos naturales deben hacer equipo para enfrentarse al villano de turno, teniendo que ser capaces de limar sus asperezas para sobrevivir. En este caso, el equipo en cuestión está conformado por un policía algo patán y el rebelde e inadaptado hijo de su novia. Poli blanco, chaval negro, para más datos.

Con Ed Helms como principal rostro reconocible, la película se beneficia de un buen ritmo de acción, con algún giro argumental ligeramente previsible pero lo suficientemente efectivo como para que el interés funcione, y unos momentos de humor bastante acertados.

No es que estemos ante una película para lanzar cohetes, pues no ofrece nada demasiado novedoso, pero todo lo que hace lo hace bien. Mezcla géneros con un ton o ochentero muy marcado (homenaje a Walter Hill incluido) y se esfuerza en hacer una construcción de personajes bastante más elaborada de lo habitual.

Con una galería de villanos muy acertada, la química entre los policías es muy efectiva, y aunque no busca la escatología fácil tan habitual en el humor moderno, sí sabe huir de una blancura excesiva, sobre todo en una incorrección política digna de aplauso.

El resumen, es que nos encontramos ante una película muy divertida, con algún que otro momento memorable, que puede ayudar a empezar a poner ya a Helms en el punto de mira de la comedia americana, más allá de su trilogía de Resacón en Las Vegas.

 

Valoración: Siete sobre diez.

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