martes, 17 de noviembre de 2020

Visto en Amazon Prime: NO TE LO VAS A CREER

Hace unos pocos años se podría suponer que Alexandra Daddario iba para estrella. Protagonista de sagas adolecentes más o menos exitosas como la de Percy Jackson, niega reina del terror con La matanza de Texas 3D y coprotagonista junto a Dwayne Johnson del taquillero que supuso San Andrés, trato de dar un giro a su carrera potenciando su faceta más sexual en la primera temporada de True Detective. Sin embargo, el fracaso de Baywatch (Los vigilantes de la playa, uno de los pocos tropiezos en taquilla de Johnson) la relegó al olvido. Demasiado joven para ser ya una estrella extinta, sus pagos parecen condenados a comedias románticas del montón en busca de esa película sleeper que la devuelva a la primera plana. Pero no es fácil encontrar el pelotazo que marque a toda una generación, y guiones como los de Cuando Harry encontró a Sally, Pretty Woman o Mientras duermes tampoco es que abundan. Y no ayuda mucho el hecho de que se trate de producciones estrenadas directamente en V.O.D.

No te lo vas a creer, de finales del año pasado, se ha estrenado aquí de la mano de Amazon Prime, peto por una vez no se le puede culpar al dichoso Covid de ello.

Dirigida por Elise Duran, en su primer trabajo digno (mínimamente) de mención, la película parte de una premisa simpática: una joven becaria cuenta toda su vida (secretos más íntimos incluidos) a un desconocido durante un viaje de avión del que piensa que no va a sobrevivir, sin saber que el tipo en cuestión va a resultar ser su atractivo jefe. Lo malo es que, si ya con la premisa uno puede olerse por donde van a ir los tiros, no hay ni el más mínimo giro de guion, ni la más mínima secuencia, que puede sorprender lo más mínimo.

No te lo vas a creer es una comedia romántica tan previsible que llega incluso a ofender. No es que haya nada malo en ella, es tierna, divertida y romántica, pero es tan exageradamente fiel a un esquema ya caduco que termina por aburrir.

Tampoco es que los actores estén especialmente inspirados, y eso que la Daddario ejerce como productora. Ella sobreactúa en muchas escenas mientras que él (Tyler Hoechlin) se limita a lucir sonrisa mientras piensa en lo guapo que es.

En fin, película muy plana y limitada, sólo indicada para incondicionales del género, pero que seguramente ni siquiera a estos llegue a entusiasmar en exceso.

 

Valoración: Cuatro sobre diez.

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