miércoles, 16 de febrero de 2022

Cine: EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS

Pese a ser considerado un realizador de imaginación desbordante, lo cierto es que Guillermo del Toro parece haberle cogido el gusto a esto de reinventar los clásicos. Tras crear su propia  novela gótica con La Cumbre Escarlata y hacer una especie de versión de La Bella y la Bestia con La forma del agua, ahora se mete de lleno en la adaptación de la novela de  W.L. Gresham que ya tuviera su versión fílmica en 1947.

En El callejón de las almas perdidas de Del Toro, Bradley Cooper hereda el personaje protagonista que hiciera en su momento Tyrone Power, aunque si algo hay que reconocerle a esta obra es lo espectacular de su reparto, donde sobresalen Cate Blanchett, Toni Collette, Willem Dafoe, Richard Jenkins, Rooney Mara, Ron Perlman, Mary Steenburgen o David Strathairn entre otros.

El director mejicano se mueve como pez en el agua en el oscuro mundo de las ferias ambulantes de finales de los años 30, cuando los espectáculos estaban dominados por monstruosidades e ilusionistas de poca monta. En ese ambiente Stan, que huye de un pasado turbio, encuentra una nueva vida y algo parecido a una familia, pero su ambición desmedida lo lleva a regresar a la gran ciudad donde aspira a enriquecerse estafando a pobres incautos con sus trucos de adivinación e incluso espiritismo.

No cabe la menor duda que todo el ambiente circense es ideal para el imaginario de Del Toro, que sabe estar a la altura (no como sucediera con la descafeinada Dumbo de Tim Burton) y consigue plasmar un lienzo visual realmente impecable. Sin embargo, las casi dos horas y media de metraje le hacen mella, y el realizador pierde el ritmo de la narrativa al alejarse dela feria, provocando que la película entre en un valle que le va a costar remontar. Digamos, para resumir en pocas palabras, que lo que brilla de la faceta más freak se desluce al convertirse en una historia noir. Y es una lástima, porque es precisamente cuando entra en escena la estupenda Cate Blanchett cuando la cinta baja en interés, sin que en ningún momento sea culpa suya.

El callejón de las almas perdidas es un descenso a los infiernos cíclico de un personaje cuyo pasado desconocemos más allá de un incendio en su propia casa, y cuyos constantes flashbacks repitiendo lo mismo no colabora demasiado. Es ese misterio otro paso atrás, pues  no se nos permite hacer la conexión emocional suficiente con el personaje de Cooper como para que cuando se nos muestra ese pasado nos impacte lo suficiente. Es casi como si Del Toro y su esposa y coguionista Kim Morgan hubieran afrontado este guion con algo de desgana para poder poner toda la carne en el asador de lo visual.

Y es por ello, pese a la narrativa algo pesada  y, por momentos, torpe del film, que su visionado es totalmente recomendable y muy disfrutable: por su aspecto visual. Dan Laustsen hace un trabajo impecable y Del Toro demuestra que tras las cámaras se maneja mejor que nadie. Algo parecido a lo que ya pasaba en sobrevalorada La forma del agua, aunque sin tanta ñoñería. Se echa en falta al Del Toro más alejado del Hollywood más mainstream, cuando lidiaba con presupuestos ajustados y creaba cuentos de horror con la Guerra Civil como telón de fondo.

En resumen, que El callejón de las almas perdidas es un estimulante film que aúna el cine negro con la fantasía más grotesca a la que le habría venido de perlas un poquito de tijera en su tramo central.

 

Valoración: Siete sobre diez.

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