jueves, 31 de marzo de 2016

RESUCITADO: un péplum de rebajas.

En tiempos pasados, era casi obligatorio que la festividad de la Semana Santa viniese acompañada por estrenos en cine de temática religiosa, así como de reposiciones de grandes péplums como Los Diez mandamientos, La Biblia, La Pasión, etc. Ahora, esa costumbre ha ido desapareciendo poco a poco, hasta el punto que el estreno más importante este año ha sido una cinta tan poco religiosa (o demasiado, quien sabe, que también se habla de Dios en ella) de Batmanv Superman: el amanecer de la justicia, aunque siempre hay algún título que mantiene la tradición.
Y el título de este año es Resucitado, una película tan extraña como irregular que pretende ofrecer un punto de vista diferente sobre la resurrección de Jesucristo que ha sido comparado, por sus propios realizadores, como una especie de C.S.I. en tiempos de los romanos.
Efectivamente, la película, contada desde el punto de vista de Clavius, un ambicioso centurión cuya Fe hacia sus dioses (Marte aparte) no es demasiado fuerte, que debe investigar la desaparición del cadáver de un nazareno al que el pueblo considera un mesías enviado por un Dios único que desafía la religión politeísta romana y amenaza la estabilidad social en vísperas de la visita del César.
Dirigida por un desaparecido Kevin Reynolds, que no cabe duda de que vivió sus mejores años hace ya demasiado tiempo, la película, de bajo presupuesto y producida por una compañía centrada exclusivamente en relatos religiosos, tiene un cierto aroma televisivo, una factura ligeramente pobre y una austeridad que desconcierta en las escenas iniciales que pretenden estar cargadas de una ligera épica.
Con un reparto justito aunque reconocible (con Joseph Fiennes como protagonista, aunque por ahí andan Cliff Curtis –Fear the Walking dead- y Tom Felton –Harry Potter-, aparte de alguna cara conocida española), la película tiene una primera mitad ciertamente interesante, donde el misterio de la resurrección (o no) de Jesús está planteada como un thriller policiaco, con una minuciosa investigación por parte de Clavius que, pese a las presiones de Poncio Pilatos termina por estar más interesado en descubrir la verdad que en complacer la conveniencia de su superior. El problema es que hay una segunda mitad en que todo esto se va al garete y la película cambia de rumbo totalmente, convirtiéndose en un telefilm del montón sobre Jesús y sus apóstoles, unos apóstoles retratados como unos hippies pasados de vueltas (tanta paz y amor resulta empalagosa) y cualquier atisbo de originalidad desaparece, tornándose la película totalmente prescindible e incluso aburrida y sin aportar nada nuevo (pese a algunas licencias creativas que se han tomado) a la historia ya conocida, y cuyo único interés final está en las apariciones de Luis Callejo, María Botto o Jan Cornet y en las escenas filmadas en Almería.
Aunque en ningún momento se muestra como una gran película, el resultado final termina por desinflar por completo un trabajo que parece demasiado hecho por encargo y que, lamentablemente, no va a significar un paso adelante para el director de Robin Hood, príncipe de los ladrones, Waterworld o (dicen) Bailando con lobos.

Valoración: cuatro sobre diez.

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