lunes, 4 de abril de 2016

ORGULLO+PREJUICIO+ZOMBIES: las chicas son guerreras

Basada en la novela homónima de Seth Grahame-Smith que a su vez era una variación del clásico literario de Jane Austen, Orgullo+prejuicio+zombies es una extraña mezcla entre comedia romántica, drama victoriano, acción y algo de gore.
La primera sensación que produce el film es de querer abarcar tanto que se queda un poco a medias en todo, sobre todo en el humor. Burr Steers, su director (después de una lista infinita de nombres que pasaron por la complicada producción de esa película), ha querido tomarse demasiado en serio la historia, hasta el punto que hay momentos de traslación casi literal de la obra de Austen, en lugar de apostar por la parodia y la simple diversión (es el personaje de Matt Smith el que aporta el toque más cómico). Pese a que tanto su limitado presupuesto como su base argumental invitan a pensar en una obra casi de serie B, Steers huye siempre de la casquería y los excesos de hemoglobina para mantenerse fiel a la historia de amor entre Elizabeth Bennet y Darcy, insistiendo en las luchas de clases reflejadas ya en la novela inicial (aquí las diferencias más que sociales son vitales) y reivindicando el protagonismo de la figura femenina en una época donde el lugar de la mujer era en el hogar, cocinando y cuidando de la casa, o en los bailes al acecho de un marido bien acaudalado.
En este sentido sobresale la presencia de Lily James, vista hace poco en la Cenicienta de Kenneth Branagh, que se toma muy en serio su personaje y conforma una Elizabeth atractiva y guerrera por igual, en una interpretación (con esas miradas desafiantes y ese descaro juvenil) que por algún motivo me ha recordado a la Rey que interpretaba Daisy Ridley en Star Wars: El despertar de la fuerza.
No voy a detenerme en el reparto de secundarios (todos jóvenes y guapos que consiguen no desentonar en la función) que es muy extenso, pero sí quiero fijarme un momento en los dos nombres más destacados, un Charles Dance y una Lena Headey a los que echo en falta más minutos de metraje e incluso (tras haberlos visto odiándose tanto en Juego de Tronos) alguna escena intensa juntos.
Al final, Orgullo+prejuicio+zombies es otra muestra más, como Guerra Mundial Z (aunque en el fondo no tengan nada que ver comparten mucho de las formas), de cine de zombies para todos los públicos, familiar, donde el gore se intuya más que se ve y las escenas de lucha se centran tanto en las protagonistas (unas hermanas que manejan katanas y dominan las artes marciales como si hubiesen escapado del casting de Kill Bill) que apenas se llega a ver lo que sucede alrededor de ellas (y en esto debe influir tanto el tono “amable” de la propuesta como sus limitaciones económicas). Hay que ver el arte que tiene la protagonista para rebanar cabezas y atravesar corazones sin que le salpique una sola gotita de sangre…
En definitiva, una tontería simpática, sin más pretensiones que jugar con la obra clásica como ya hiciera Grahame-Smith (autor también de la obra en la que se basaba Abraham Lincoln: Cazador de vampiros)en su propia novela, que funciona como entretenimiento y a la que hay que agradecerle una fidelidad argumental que elevan el nivel de la misma llegando incluso a dignificarla.

Valoración: seis sobre diez.

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