Hace
cuatro años Blancanieves y la leyenda del
Cazador se apuntaba a la moda de adaptar cuentos clásicos a la gran
pantalla y, aunque no fue un gran éxito, si supo estar por encima de la otra
película de Blancanieves estrenada por las mismas fechas: Mirrow, mirrow, a mayor gloria de la madrastra Julia Roberts.
Sin entrar a valorar la calidad de una actriz más por su belleza que por su talento, muchos se preguntaban cómo podía el espejito famoso decir que la Blancanieves Kristen Stewart era más hermosa que la malvada Charlize Theron, y esa puede ser una de las claves por la que el personaje de la Stewart haya desaparecido de esta secuela, El Cazador y la Reina del Hielo, a diferencia del de Theron, pese a morir (aparentemente) en aquella. Y es una lástima, porque si bien por aquel entonces la joven actriz californiana arrastraba el sambenito de su insípido papel en la saga Crepúsculo, ahora, con títulos como En la carretera, Siempre Alice y, sobre todo, Viaje a Sils Maria, está comenzando a ganarse un merecido prestigio.
Sin entrar a valorar la calidad de una actriz más por su belleza que por su talento, muchos se preguntaban cómo podía el espejito famoso decir que la Blancanieves Kristen Stewart era más hermosa que la malvada Charlize Theron, y esa puede ser una de las claves por la que el personaje de la Stewart haya desaparecido de esta secuela, El Cazador y la Reina del Hielo, a diferencia del de Theron, pese a morir (aparentemente) en aquella. Y es una lástima, porque si bien por aquel entonces la joven actriz californiana arrastraba el sambenito de su insípido papel en la saga Crepúsculo, ahora, con títulos como En la carretera, Siempre Alice y, sobre todo, Viaje a Sils Maria, está comenzando a ganarse un merecido prestigio.
Pero
lo importante de aquella película no era en realidad ni Blancanieves ni la
reina mala, sino el Cazador, un héroe al que ponía cara (y físico) Chris
Hemsworth y que parecía un amalgama entre su propio Thor y algún guerrero salido de la saga de El Señor de los Anillos. Él era el héroe de la historia y sobre él
gira esta nueva película que parece pretender formar parte de una larga saga, a
juzgar por el subtítulo de la película: Las Crónicas de
Blancanieves (en España, en el título original el subtítulo destaca al Cazador), y su escena final.
También
ha habido cambio de cromos en la silla del director, sustituyendo Cedris
Nicolas-Troyan a Rupert Sanders sin que eso se aprecie apenas en pantalla,
careciendo de personalidad fílmica tanto uno como otro. Lo que sí hay son dos
incorporaciones de órdago: Emily Blunt y Jessica Chastain, reuniendo así a tres
de las mejores actrices del panorama actual.
Con
este escenario, algún secundario reconocible como Nick Frost o Sam Claflin,
ambos estaban ya en la primera película, y alguno que no tanto, como Sheridan
Smith, Sope Dirisu y Sophie Cookson, la película arranca con un epílogo
anterior a la “era de Blancanieves” para saltar luego unos años después de lo
acontecido en la primera película, siendo así precuela y secuela a la vez,
permitiéndonos conocer algo del origen de el Cazador para volver a verlo
convertido en el héroe de la historia y con el espejo mágico como objeto del
deseo de todos. Sin embargo, la historia es tan simple y los personajes están
tan mal desarrollados que cualquier atisbo de complejidad argumental es pura
casualidad. Todo es, a la postre, una copia de cosas vistas muchas veces antes,
y si en Blancanieves y la leyenda del
Cazador no había una gran originalidad aquí se han quitado definitivamente
las caretas y han copiado con un descaro exagerado todo lo que han querido y
más. De nuevo las influencias de El Señor
de los Anillos y Thor están
presentes, pero a eso se añade elementos que recuerdan a Las Crónicas de Narnia, Maléfica,
Pan, pero sobre todo (y esto es lo
más sangrante, ya que se supone que es la baza principal del film y el elemento
más novedoso) a Frozen. En efecto, el
personaje de Emily Blunt, hermana del de Theron, es un calco casi textual del
de esa maravilla de la animación de Disney, aunque con una personalidad mucho
más desconcertante, pasando de victima a villana a mártir sin apenas lograr
emocionar al espectador.
Entiendo
que una película de estas características no pretenda más que ofrecer un buen
espectáculo y entretener al respetable, sin poder aspirar a segundas lecturas
ni interpretaciones más sesudas, pero resulta absurdo reunir un elenco tan
impresionante de estrellas (sobre todo en el apartado femenino) para luego
desaprovecharlas así. Es como si todos los esfuerzos para llevar a buen puerto
esta película se hubieran consumido en la preproducción y no quedara ya nada
que ofrecer una vez comenzado el rodaje. Todo es demasiado simple, demasiado
plano y ni siquiera los efectos especiales, que requieren de cierta espectacularidad
en ciertos momentos, están a la altura.
Hemsworth
derrocha carisma, Theron está más hermosa que nunca (y no es un comentario
machista, no crean, es que ciertamente hay muchas escenas que parecen más uno
de sus anuncios de Dior que una escena de una película de aventuras) y que su
papel sea mucho más plano que en la primera película no impide que su
interpretación sea la mejor y eclipse en pantalla a todos sus compañeros de
reparto, y los nuevos fichajes, Blunt y Chastain, cumplen sin más, pidiendo a
gritos líneas de diálogo más inteligentes o algo de personalidad para sus
roles.
Una
vez más estamos ante una película entretenida sin más, que aprueba justito más
por lo estimulante que es ver a sus protagonistas en acción que por el
resultado final, y que ni siquiera mejora la original. Y lo curioso es que,
pese a lo innecesaria que era, tenía en su planteamiento elementos que podrían
haber dado mucho más de sí. ¿A la tercera será la vencida? Lo dudo, aunque si
repiten Hemsworth y Theron yo volveré a caer en la trampa…
Valoración:
Cinco sobre diez.
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