viernes, 25 de diciembre de 2020

Visto en Movistar: VIS A VIS: EL OASIS

El exceso de plataformas, y por ende, de series televisivas, potenciado por el estado de alarma y la necesidad de salir lo menos posible de casa, ha propiciado que aparezcan series de gran interés casi a ritmo diario, lo que junto a mi manía de no ver temporadas hasta disponer de ellas al completo ha provocado que muchas series que esperaba con ganas fuesen acumulando polvo en mi cajón de pendientes, viendo como muchas otras le pasaban con descaro por la derecha.

Vis a vis: el Oasis, la continuación y prometido final de Vis a vis, es una de ellas, a la que esperaba con ganas después de que en las dos últimas temporadas de la serie madre echase en falta más minutos de Maggie Civantos.

La serie nos prometía una historia de atracos con la unión/enfrentamiento de Maca y Zulema, pero al final la trama se centra en un único golpe, una historia que, desde luego, no da para ocho episodios y que a la postre me ha resultado bastante decepcionante.

Que en una temporada tan breve haya perdido el interés por la misma apenas llegar al tercer capítulo es bastante sintomático, y el truco de ilusionismo de saltar entre el presente, el futuro y el pasado me parece más una maniobra para mantener el interés en una historia bastante aburrida que como recurso ingenioso.

Reconozco la valentía de los autores para elaborar una historia con aroma a western legos de la vertiginosa de las celdas de Cruz del Sur, pero creo que, sin Alex Pina encima de la producción, la cosa ha quedado muy diluida. Ni siquiera acabo de reconocer a Maca y Zulema en sus personajes, con cambios de actitud constantes y sin un rumbo definido.

Otra muestra de la desgana que impregna la serie, que parece más un intento de estirar el chicle que de dar un final digno a la historia, es la utilización de unos secundarios que nunca consiguen la adecuada empatía (estoy pensando, por ejemplo, en la hermana de la novia, el niño del bulling o la niña de los abusos) y que sólo sirven para meter paja en una trama que habría funcionado mejor como miniserie de tres episodios o incluso en formato película.

Cierto es que hacia el final la serie trata de alzar el vuelo, pero ya es demasiado tarde y ni siquiera el clímax final, en el que se abusa de la cámara lenta, llega a convencerme. Incluso la celebrada aparición de algún personaje que nos puede conectar con los tiempos de Cruz del Sur me ha sabido a poco.

Una lástima, pues ya la serie madre me dio la impresión de ir en clara decadencia (no le sentó muy bien el cambio a Fox), aunque al menos hemos podido despedirnos de algunos de los personajes y dar un final cerrado a, al menos, la historia de una de ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario