domingo, 17 de marzo de 2019

ESCAPE ROOM

Llevamos unos años en los que, en el campo del entretenimiento, los Escape Rooms se están imponiendo por encima de otros juegos de evasión, proliferando los locales que ofrecen estos productos y elevando su complejidad y sofisticación.
No era de extrañar, por tanto, que el cine se fijara en ellos para hacer una película sobre el tema. Y aunque sean ya muchas las que existen, Espape Room es, posiblemente, la propuesta más comercial y com más ínsulas de quedarse como definitoria del género y quizá, puerta de acceso a una nueva franquicia.
La base está clara y no es demasiado original. Al fin y al cabo, los Escape Rooms no son más que una variante inofensiva de las casas de tortura planteadas por películas como CubeSaw y demás, a su ver versiones retorcidas y macabras de las clásicas mansiones de los relatos de Agatha Christie en los que se debían resolver pistar para cumplir con el acertijo final.
Propiciada por Sony, la película aspira a sr un gran producto comercial (ya está confirmada su secuela), con lo que las dosis de sangre y vísceras está muy por debajo de los referentes mencionados. Eso hace que todo quede en manso de la originalidad y atino de los puzles y del trabajo de los intérpretes, todos ellos bastante acertados pese a la poca profundidad de sus personajes. Así, Escape Room se aleja del terror clásico para incidir más en la intriga, contagiando al espectador con sus misiones contrarreloj y logrando crear un estado de nervios muy convincente.
Por el contrario, todo se sustenta por una trama tan mínima que, a poco que se analice un poco se derrumba como un castillo de naipes. Quizá el problema sea en el deseo de, una vez finalizada la cosa, querer dar demasiadas explicaciones, alargando la película en exceso en un epílogo innecesario y que no se sabe si es un simple chiste final o la presentación de la secuela.
Por ello, Escape Room consigue ser una película interesante, apta para casi todos los públicos (incluso aquellos que no gusten del gore que en algunos momentos necesitaría) y cuya tensión traspasa la pantalla, pero que no conviene analizar demasiado y cuyo recuerdo posiblemente se disipará apenas terminada su proyección.
No hay nada en la película que se pueda definir como un error monumental, por lo que poco se le puede criticar, pero tampoco sus méritos son demasiados, quedando un poco a medio camino de todo, resultando entretenida pero poco más.
Una lástima, pues una vez decididos a distanciarse de Saw, la cosa podría haber dado para algo más prometedor. Aun así, como traslación cinematográfica de un juego de Escape funciona y seguro que hará las delicias de los escapistas.


Valoración: Seis sobre diez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario