martes, 28 de octubre de 2014

RELATOS SALVAJES (8d10)

Resulta curioso (y probablemente errático por mi parte) que después de la paliza de películas que me pegué en Sitges, maratón de películas de «fragmentos» incluida, la mejor película de estas características cayese de mi lista, siendo recuperada ahora gracias a su estreno en cines.
Con producción española y avalada por los hermanos Almodóvar en persona, esta película argentina que recopila una serie de retratos de violencia todas ellas firmadas por Damián Szifrón, que recuerdan poderosamente aquella clásica y siniestra serie televisiva Alfred Hitchcock presenta. Con un reparto que recopila lo mejor del talento argentino, Relatos Salvajes en brutalmente divertida, con un macabro humor negro tan destructor como insano siendo su mejor virtud la cotidianeidad de sus situaciones. Pese a la violencia desmedida con la que concluye cada historia, cualquier espectador ha vivido alguna de las situaciones propuestas, permitiendo así una identificación perfecta con los protagonistas.
Naturalmente, conformar la película con historias tan parejas provoca que el ritmo pueda ser algo desigual, facilitando que cada espectador tenga su relato favorito y provocando así que el ritmo pueda llegar a resentirse, dependiendo que el fragmento con el que más se disfrute sea de los iniciales o hacia el final. Y más teniendo en cuenta la divertida y brutal primera historia, breve y concisa, que sirve en realidad como prólogo de lo que ha de llegar, aunque quizá nunca se llegue a remontar del todo.
Uno de los grandes aciertos de Szifrón es no sólo conseguir que cada historia tenga su espíritu propio, claramente diferenciadas entre ellas, sino que incluso la manera de filmar es diferente, alternando diversos estilos en función a las necesidades de cada historia.
Pueden adivinarse referencias cinematográficas en cada capítulo, desde El diablo sobre ruedas de Spielberg, Un día de furia de Schumacher, la tensión contenida propia de Tarantino (en este aspecto encuentro como único punto negativo algo floja la conclusión del fragmento Las Ratas, faltó de algún epílogo final que sí se encuentra en el resto de episodios) o incluso el ambiente festivo que termina desastrosamente de una boda que parece hermana de la que describe Plaza en [Rec]3.
Acción, violencia y humor muy, muy negro en una película fresca, original e intense, que puede llegar a hacernos sentir culpables por disfrutar tanto con ella.

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