lunes, 10 de marzo de 2014

A CUALQUIER PRECIO * (5d10)

Interesante reflexión sobre la familia y la codicia empresarial que podría recordarnos a otras películas mil veces vistas si la acción transcurriera en la gran ciudad (hombre de negocios que desatiende a sus hijos obsesionado con su prosperidad laboral) pero el hecho de que sea una historia rural ayuda a familiarizarnos más con los protagonistas y que los sintamos más cercanos.
Puede asustar en un primer momento que uno de los protagonistas sea un chico Disney como Zac  Efron, pudiendo augurarse una peli infantiloide con claro destino femenino, pero afortunadamente (y eso que el chaval no lo hace mal) el peso de la trama la lleva el gran Dennis Quaid, que pese a estar relegado últimamente a papeles secundarios o producciones pequeñas como esta sigue siendo un gran actor y lo demuestra en cada oportunidad que se le ofrece.
Henry Whipple es un exitoso vendedor de semillas que desea que su hijo pequeño herede el negocio (el mayor ya huyó años atrás para embarcarse en una vida más emocionante escalando montañas), pero éste no está muy por la labor, obsesionado más con triunfar como conductor de coches de carreras. Con este punto de partida Ramin Bahrani, director de escaso bagaje, intenta hablar sobre la ambición, la corrupción, el matrimonio y la decepción (decepción por el desprecio de un hijo, decepción por un engaño sentimental, decepción por tomar decisiones equivocadas…), quizá demasiados temas para abordarlos correctamente en esta película que cuenta también con la labor de Heather Graham (la prostituta mamá de Resacón en Las Vegas), Kim Dickens (El hombre sin sombra, La casa de arena y niebla) y Maika Monroe (una de las Bling Ring).
Película sencilla y agradable de ver, con un ligero tufillo a telefilm, que carece de suficientes pretensiones para estar a la altura de otras historias recientes como Tierra Prometida.

Simpática y entretenida sin más.

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