viernes, 28 de mayo de 2021

Visto en HBO: FRIENDS: THE REUNION

Después de diez temporadas y unos datos de audiencia espectaculares (incluso a día de hoy, cuando las plataformas siguen pagando verdaderos pastones por hacerse con sus reposiciones), Friends es sin duda una de las sit-com más míticas de la historia. Puede que no la mejor (hay un intenso debate sobre si su más fiel imitadora, Cómo conocí a vuestra madre, logró superarla en calidad), pero sí la más importante.

Antes de que tipos como Charlie Sheen o Jim Parsons pudieran jugar a ser dioses y exigir sueldos millonarios nunca antes vistos en televisión, los chicos de Friends ya batían records, gracias en parte al buen rollo entre ellos y a la idea de negociar sus renovaciones en conjunto a partir de la tercera temporada.

Han sido diez años de risas y alguna lágrima, de cameos estelares, de gags inolvidables y de romances que casi llegamos a sentir como nuestros. Pero, como tuvieron a bien decidir David Crane, Marta Kauffman y Kevin Bright, llega un  momento en que todo debe terminar. La historia de Friends era la historia de seis chicos en esa época mágica en la que tus amigos son también tu familia. Y por eso era lógico que en el momento en que cada uno comenzaba a formar sus propias familias, el momento había pasado.

Diecisiete años después (tenían que haber sido quince, pero negociaciones complicadas y el coronavirus lo postergaron un par de años), los seis actores apenas se habían juntado una vez, en otro especial televisivo. Ahora, con el factor añoranza por bandera y las intenciones de levantar como sea esa plataforma de HBO Max que, huérfana de Juego de Tronos, no va a vivir eternamente de Liga de la Justicia deZack Snyder, Friends: the reunión ha vuelto a juntar en un mismo plató a Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc, Matthew Perry y David Schwimmer, con James Corden como maestro de ceremonias.

No es un momento casual. Tras la serie cada uno de ellos trató de levantar sus carreras en solitario, pero solo Aniston logró alzar el vuelo, un vuelo que en los últimos tiempos anda un poco decaído.

El programa, mezcla de reality, entrevista y cortes de la serie, es un extraño monstruo de Frankenstein que funciona como ejercicio nostálgico pero poco más. Dicho de otro modo, no tiene el más mínimo interés para aquel que no fuese un fan incondicional de la serie. Ni siquiera los invitados, tan insistentemente anunciados, logran dar el lustro necesario. Apenas dos grandes de verdad: Tom Selleck y Reese Witherspoon. El resto, famosos del momento que ni siquiera aparecieron en la serie (y no sería por invitados) y que se limitan a decir lo mucho que les moló (aunque no fuese de su generación). Tipos como David Beckham, Kit Harrinton o Lady Gaga. Se les nombra, pero ni rastro de Brad Pitt, Sean Penn, Danny de Vito… Y de Bruce Willis ni se acuerdan.

Sí está la colaboración de algún secundario, como Ghunter o Janice, pero nada de David, ni rastro de los padres de Chandler y, desde luego, el gran ausente: Mike, quien fuese novio de Phoebe las dos últimas temporadas y fue el responsable del «final feliz» de esta. Su ausencia es la más comentada en redes, y quien sabe si se debe al hecho de que, a día de hoy, Paul Ruud es más estrella que los propios protagonistas, gracias a su participación en el Universo Marvel, y puede que su salario para la fiesta fuese demasiado elevado.

Como sea, la reunión ha sido más un encuentro de amigos que otra cosa, con momentos divertidos y entrañables, pero a la que le habría sentado mejor un poco más de guion. O lo que los fans de verdad querían, esa prometida película que ahora parece más claro que nunca que nunca va a llegar.

Lo que está claro es que ha sido agradable reencontrarse con nuestros seis amigos de siempre, por más que los años no perdonen y el exceso de botox en algunos y de kilos en otros duelen un poco de ver.

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