Bienintencionada
pero poco más película infantil que copia con descaro todos los tics Indiana Jones en el Templo Maldito
(antológica secuencia inicial incluida) pero con un niño ejerciendo el rol de
Indy.

Resulta
gracioso ver a los esforzados niños tratar de actuar y gesticular como adultos,
no siendo ellos lo peor de la película, sino la torpeza con la que está
dirigida y lo absurdo de su guion, incluso teniendo en cuenta de que está
destinada a un público infantil. Situaciones absurdas, paradojas temporales que
no alcanzo a comprender y un secundario cómico (y a la postre dramático, no
cuento más), un tal Faleaka que hace las veces de maestro Yoda (o señor Miyagi,
tanto me da) que es sencillamente de vergüenza ajena.
Su
única virtud, siendo una coproducción entre Estados Unidos y Tailandia, es la
belleza de sus paisajes, única justificación para soportar este bodrio tan
simplón a la par que confuso.
Aburrida
y sin tener por dónde cogerla, lo mejor es olvidarse de ella y entretener a los
niños con cualquier pieza más inteligente que este despropósito, por mucho que
al final pretenda ser una moraleja sobre la amistad y la lealtad.
Hay películas ,como ésta, que no tenía ni idea que existían... Si no fuera por tu blog....
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