sábado, 1 de noviembre de 2014

CAMINANDO ENTRE LAS TUMBAS (5d10)

Dos son las cosas que fallan de antemano en esta entretenida pero poco más película de acción con mayor dosis de intriga que otra cosa: el título y el protagonista.
Y es que un título como Caminando entre las tumbas (muy acorde con la carátula) y Liam Neeson en el papel protagonista invita a pensar que estamos ante un film trepidante, al estilo de las de la saga Venganza, donde –como se dice coloquialmente- Neeson reparta hostias como panes.
Pero no, tras un principio prometedor pero que revela a un personaje exageradamente arquetípico (el héroe atormentado por un error de su pasado que se refugia en el alcohol) y presentarnos que el tema va de unos tipos que se dedican a secuestrar mujeres con oscuros fines, la trama deriva más hacia el género detectivesco que hacia la acción pura y dura, resultando interesante pero pelín aburrida hasta llegar a un final donde el ritmo crece pero demasiado tarde para arreglar el desaguisado.
Se podría decir que Scott Frank, guionista de larga trayectoria pero que debuta aquí como director de largometrajes, sueña a ser como un niño que de mayor quiere ser David Fincher, pero claro, ni él dirige con la maestría del realizador de La red social ni su trabajo tiene nada que ver con excelentes títulos como Zodiac, la versión americana de Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres o la reciente (y de fácil y odiosa comparación) Perdida.
Frank se basa para su libreto en una novela de Lawrence Block, pero algo falla en la traslación, pues la historia se me antoja demasiado lineal, demasiado falta de giros de guion que desorienten al espectador (hay que insistir en este punto que el eje central del film es una investigación) y con muchos personajes, como el de los villanos, sin ir más lejos, bastante mal dibujados, hasta el punto que algunas de sus motivaciones o incluso decisiones, no llegan a comprenderse bien.
En ciertos momentos, casi se diría que el director parece más interesado en la relación del protagonista, Matt Scudder, con el alcohol que en el rescate de la persona secuestrada (de hecho, el secuestro que mueve el film definitivamente se produce ya superado el ecuador y concluye de manera bastante anticlimática). Pero tampoco se queda uno con la sensación de que la redención sea el tema clave que propone el film.
Como caminando entre dos aguas, y naufragando en ambas, Caminando entre las tumbas no se decide sobre lo que pretende ser, y eso termina por descolocar e incluso aburrir al espectador, que debe conformarse con aceptar a Neeson poniendo los gestos de siempre y esperar a que en algún momento explote la acción.
Sinceramente, muy flojita y decepcionante, casi incluso me atrevería a asegurar que fácilmente olvidable. Liam Neeson sigue empeñado en ser, a su edad, un héroe de acción. Pero aquí se ha equivocado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario