Hay
más de una decena de películas basadas en la obra de Tolstoy, Anna Karenina. Joe Wright es un director
que se siente cómodo realizando películas basadas en obras clásicas (Expiación y Orgullo y Prejuicio, ambas con Keira Knightley) y la actriz es toda
una especialista en papeles de época (aparte de las dos anteriores ha
participado en La Duquesa, Doctor Zhivago y la serie Oliver Twist). Con semejantes
precedentes, ¿qué interés puede tener una nueva versión sobre la aristócrata
rusa? Eso mismo debió pensar Wright, que ha conseguido que su última película
resulte toda una innovación visual, demostrando que con imaginación y talento
no hay límites posibles.
No
creo que valga la pena detenernos mucho en el consabido argumento (la relación
prohibida entre Anna, una mujer casada, y el joven oficial Vronski), pero lo
realmente novedoso es la forma de plasmar la historia en la pantalla. Wright
transforma la novela en una obra de teatro, trasladada a la pantalla de manera
casi literal, con constantes cambios de escenario en directo, transformaciones
de decorados espectaculares si tenemos en cuenta que la película plasma
fielmente escenas de la novela como el viaje en tren o la carrera de caballos.
Alrededor
de este original planteamiento visual hay una gran selección de actores. La
Knightley demuestra una vez más que se mueve como pez en el agua en este tipo
de personajes y Aaron Taylor-Johnson sorprende como Vronsky después de haberse
dado a conocer como el héroe friki Kick-Ass.
Pero quien realmente está deslumbrante, robando cada plano en el que aparece,
es Jude Law en el papel de Karenin, sobrio, frío y poseedor de una pasión
contenida como corresponde al personaje del ruso despechado.
Podría
hablaros también de la ambientación, la música o el vestuario (sublime), pero
creo que esos méritos son algo casi obligado en una película de estas
características, así que me quedo con la puesta en escena, original y dinámica.
¿Cómo
se las ingeniarán en la (segura) próxima adaptación de Tolstoy?
No hay comentarios:
Publicar un comentario