miércoles, 22 de junio de 2022

Visto en Disney+: OBI-WAN KENOBI

Aunque los que me conozcáis ya sabéis que soy uno de los pocos defensores de la última trilogía de Star Wars (dejando un poco de lado la de Ryan Johnson, aceptando los defectos (que no son pocos) del cierre de la saga pero considerando El despertar de la Fuerza como la mejor pieza de las nueve películas (incluyendo, si queréis, los spin-off). Ahora es cuando me podéis volver a tirar piedras.

Esto significa que no estoy dentro del grupo de haters que odian todo lo que Disney ha hecho desde que se ha quedado con Lucasfilms. Pero eso no significa que incluso mi paciencia tenga un límite.

No estando demasiado satisfecho con ese híbrido llamado Han Solo (Rogue One está de nuevo entre lo mejorcito), lo cierto es que las series de Disney+ han terminado por desencantarme del todo hasta el punto que Obi-Wan Kenobi podría ser la gota que ha colmado el vaso y me invite a bajarme definitivamente del carro. Y es que viendo el resultado de una de las series más esperadas por el fandom, no quiero ni imaginarme que va a pasar con esa Andor que nadie había pedido. The Mandalorian (pese a la buena acogida que tuvo) no era nada del otro mundo, sustentada, sobre todo por ese descubrimiento que fue El Chico AKA Baby Yoda AKA Grogu. La segunda fue más de lo mismo (el fan-service innecesario del último episodio es de o más recordado) y El libro de Boba Fett empezó a marcar ya el camino de la decadencia. Es curioso cómo se criticó en su momento a Abrams por repetir situaciones y planetas y no saber alejarse del legado de Lucas y por un tiempo se aplaudió a las series por regresar una y otra vez a esos lugares comunes fuera de cualquier atisbo de riesgo.

El caso es que, entrando de lleno en Obi-Wan Kenobi, se podría decir que Deborah Show, directora de todos los episodios y cabeza visible del proyecto, comete todos los errores que puede cometer. Ewan McGregor se esfuerza por recuperar el papel de las precuelas y sale bastante airoso en el esfuerzo (que para eso es un gran actor), pese a lo pobre del guion, pero poco más se puede salvar de una producción aparentemente lujosa que contiene un error torpe, una puesta en escena pésima y situaciones de vergüenza ajena. La recuperación de actores del reparto original no es como para celebrarlo demasiado, ya que o bien no había presupuesto para hacer un rejuvenecimiento digital o no está muy logrado, porque lo de los flashbacks con Hayden Christensen en el rol de Anakin Skywalker hace daño a la vista, la verdad. Si esta era su oportunidad de redención, no se lo han puesto demasiado fácil.

Da la sensación de que en Lucasfilms no tienen nada claro el rumbo a tomar, y eso mismo hacen con su protagonista, que va toda la serie a la deriva quizá consciente de que lo que sostiene a la serie, otra vez, son los momentos icónicos como la aparición de Darth Vader, que ya fue en su momento el reclamo publicitario de Rogue One y que aquí recibe una desmitificación similar a la acontecida con Boba Fett en su serie que no le hace ningún bien al personaje. Cierto que de cara al desenlace final la cosa se anima un poco, con un último capítulo en el que el anunciado duelo entre alumno y maestro hace acto de presencia, pero tampoco esta vez está bien ejecutado. 

No hay duda de que uno de los problemas de la serie es el lastre que supone saber de antemano el futuro de todos y cada uno de los personajes, pero ese es un peaje que los guionistas conocían de antemano y no han sabido manejar para conseguir implicar emocionalmente al espectador. Pero bueno, dos nuevos fan-services en los minutos finales y todos dando palmas, ¿no?

Pues me temo, por lo que leo por ahí, que esta vez no.

Mucho tiene que espabilar Disney+ por mejorar un catálogo que, al menos en mi caso, parecía que iba a nutrirse sobre todo de Star Wars y Marvel y que a la hora de la verdad tiene sus mejores bazas en productos de Star (caso de Pam & Tommy) o en pequeñas joyitas descartadas para la pantalla grande. Y es que tiene narices que con las franquicias que tienen entre menos, con lo que más me hayan hecho disfrutar últimamente es con Chip y Chop: Los guardianes rescatadores.

Y no veo que el futuro, con Andor o la tercera tanda de episodios de El Mandaloriano, se vaya a animar mucho. A lo mejor ha llegado la hora de dar un poco de descanso a esa galaxia muy, muy lejana. O a lo mejor lo que necesita es que alguien venga a ponerlo todo patas arriba y se atreva a hacer lo que nadie ha hecho todavía (y no, no me refiero a ese otro proyecto soporífero que se supone que va a dirigir Patty Jenkins, sino al que va a acometer el inclasificable Taika Waititi).

Veremos…

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