Posiblemente
última de las películas atrasadas del 2013 que por su escasa distribución (y
porque en el fondo no deja de ser una película pequeña) se había quedado en el
tintero.
Se
trata de una comedia romántica, entendiendo el concepto de comedia romántica
como aquella película simpática que te invita a sonreír en gran parte del
metraje pero que dista mucho de provocar carcajadas, tendiendo a desembocar en
momentos más bien tristes con la esperanza de enviar al espectador un mensaje
que invite a la reflexión. Así, Sobran las palabras nace con la vocación de
hablar sobre las segundas oportunidades en el mundo del amor, la soledad
después del divorcio, de la marcha de los hijos, de la posibilidad de creer en
una nueva vida.
Así
se encuentra Eva, que después de su divorcio se encuentra abocada casi
exclusivamente en su trabajo como masajista y en su hija Ellen, a punto de
marcharse a la Universidad. Preocupada por sentirse abandonada por segunda vez
acompaña a su amiga Sarah, también divorciada, y su actual pareja a una fiesta,
donde conoce a una popular poetisa que se convertirá, primero, en nueva clienta
y posteriormente en una buena amiga y a Albert, un hombre gordo y poco
agraciado pero con un gran sentido de humor, también divorciado y con una hija
pre-universitaria, de la que terminará enamorándose.
El
conflicto estalla cuando descubra que su nueva amiga Marianne, que durante sus
sesiones de masajes se desahoga criticando todos los defectos de su ex, era la
esposa de Albert.
Simpática
es la mejor definición de esta película, que huye del humor fácil y tosco
propio de, por ejemplo, Sandra Bullock o Katherine Heigh, para centrarse más en
los diálogos, buscando los conflictos con más sutilidad, como si de un Woddy
Allen descafeinado se tratase.
Pocas
posibilidades habría tenido esta película de estrenarse en nuestro país –y
mucho menos en versión doblada- si no fuese por tratarse de la obra póstuma de
su protagonista, James Gandolfini, fallecido a finales del 2013. Gandolfini fue
un estupendo actor que hizo de secundario en multitud de películas interesantes
pero que saltó a la primera fila de la fama gracias a su personaje televisivo
de Tony Soprano.
También
de la televisión proviene la protagonista del film, Julia Louis-Dreyfus, que será
siempre recordada colmo la chica de Seinfeld
(172 episodios no son moco de pavo).
Completa
el reparto más conocido Toni Collette y Catherine Keener, junto a las jóvenes
Tracey Fairaway, Tavi Gevinson y Eve Hewson.
No
se trata de una gran película, pero sí muy apropiada para relajarse sin grandes
emociones en días lluviosos como el de hoy.
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