domingo, 19 de enero de 2014

SOBRAN LAS PALABRAS * (5d10)

Posiblemente última de las películas atrasadas del 2013 que por su escasa distribución (y porque en el fondo no deja de ser una película pequeña) se había quedado en el tintero.
Se trata de una comedia romántica, entendiendo el concepto de comedia romántica como aquella película simpática que te invita a sonreír en gran parte del metraje pero que dista mucho de provocar carcajadas, tendiendo a desembocar en momentos más bien tristes con la esperanza de enviar al espectador un mensaje que invite a la reflexión. Así, Sobran las palabras nace con la vocación de hablar sobre las segundas oportunidades en el mundo del amor, la soledad después del divorcio, de la marcha de los hijos, de la posibilidad de creer en una nueva vida.
Así se encuentra Eva, que después de su divorcio se encuentra abocada casi exclusivamente en su trabajo como masajista y en su hija Ellen, a punto de marcharse a la Universidad. Preocupada por sentirse abandonada por segunda vez acompaña a su amiga Sarah, también divorciada, y su actual pareja a una fiesta, donde conoce a una popular poetisa que se convertirá, primero, en nueva clienta y posteriormente en una buena amiga y a Albert, un hombre gordo y poco agraciado pero con un gran sentido de humor, también divorciado y con una hija pre-universitaria, de la que terminará enamorándose.
El conflicto estalla cuando descubra que su nueva amiga Marianne, que durante sus sesiones de masajes se desahoga criticando todos los defectos de su ex, era la esposa de Albert.
Simpática es la mejor definición de esta película, que huye del humor fácil y tosco propio de, por ejemplo, Sandra Bullock o Katherine Heigh, para centrarse más en los diálogos, buscando los conflictos con más sutilidad, como si de un Woddy Allen descafeinado se tratase.
Pocas posibilidades habría tenido esta película de estrenarse en nuestro país –y mucho menos en versión doblada- si no fuese por tratarse de la obra póstuma de su protagonista, James Gandolfini, fallecido a finales del 2013. Gandolfini fue un estupendo actor que hizo de secundario en multitud de películas interesantes pero que saltó a la primera fila de la fama gracias a su personaje televisivo de Tony Soprano.
También de la televisión proviene la protagonista del film, Julia Louis-Dreyfus, que será siempre recordada colmo la chica de Seinfeld (172 episodios no son moco de pavo).
Completa el reparto más conocido Toni Collette y Catherine Keener, junto a las jóvenes Tracey Fairaway, Tavi Gevinson y Eve Hewson.

No se trata de una gran película, pero sí muy apropiada para relajarse sin grandes emociones en días lluviosos como el de hoy.

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