Bueno,
pues aquí estamos de nuevo, con el 2014 recién estrenado y esperando la primera
ocasión para acudir a las salas de cine en masa a ver que delicias nos ofrecen
las carteleras del nuevo año.
Mientras,
¿qué mejor momento para descansar un poco en el camino y echar la vista atrás,
para reflexionar con lo vivido este 2013 y recordar brevemente lo bueno y lo
malo que hemos disfrutado en la pantalla grande?
El
2013 ha sido, además, el primer año de vida de este blog, que tras un inicio
titubeante ha ido consiguiendo mantener su publicación de forma regular. 142
han sido los estrenos que se comentaron, algunos rescatados de finales del 2012
(y solo en 13 ocasiones he hecho “trampas” para poder ver las películas), de
los cuales 18 han sido con producción española.
Una
vez más (y ya nos es algo novedoso en los últimos años), el comic ha demostrado
ser el mejor amigo de un guionista y, sin que ningún hobbit pudiese remediarlo,
Iron man 3 ha sido la gran
triunfadora en taquilla, mientras que la noticia más comentada ha sido sin duda
la elección de Ben Affleck para encarnar al nuevo Batman.
Hemos
tenido de todo: cine bueno, cine malo y, sobre todo, decepciones. Este es un
ligero repaso de lo vivido bajo mi modesta opinión, la cual sabéis que podéis
machacar libremente en la zona de comentarios.
En
el aspecto positivo, que es el importante, empezamos el año con las grandes
triunfadoras de los Oscars: Argo, El
lado bueno de las cosas y Django desencadenado
estuvieron a la altura de las circunstancias y aunque quizá no lleguen a pasar
a los anales de la historia si suponen lo mejorcito de lo que se estrenó en los
USA en el 2012 (donde yo incluiría también a Los Vengadores y Lo imposible).
En este 2013 nos llegó también la que creo fue la gran olvidada en los premios:
El atlas de las nubes, una magnífica
y complicada adaptación literaria que merece visionarse dos veces al menos para
asimilar su grandeza y con la que los Wachowski merecían congraciarse con el
gran público.
Ya
entrados en faena del 2013 el primer (y a la postre definitivo) pelotazo fue la
tercera aventura en solitario de Iron man,
que a punto estuvo de coincidir en su estreno con una agradable sorpresa, Oblivion, que me permitió (y Jack Reacher lo confirmó) volver a creer
en Tom Cruise. Espectacularidad visual futurista, al igual que un espectáculo
visual –aunque de estilos completamente opuestos) eran Stoker y la maravillosamente excesiva El gran Gastby.
Poco
después nos llegaron dos películas pequeñitas pero muy interesantes, joyitas
del cine europeo la primera e independiente la segunda, La caza y The east. Dos
ejemplos de que no siempre es necesario un gran presupuesto para conseguir una
gran película. Sin embargo, como para demostrar que lo contrario –una gran
película también puede hacerse con un gran presupuesto- también es posible,
llegó Star Trek: en la oscuridad,
segunda incursión de J.J.Abrams en el
mundillo trekkie antes de pasarse “al lado oscuro de la Fuerza”.
No
tan buena, pero igualmente interesante, y demostrando algo tan complejo como
que las películas de zombies pueden ser también un pasatiempo familiar, descubrimos
a Brad Pitt y su Guerra Mundial Z.
Cada
dos por tres, cosas de las casualidades (o no) nos encontramos con dos estrenos
que compiten con argumentos semejantes. Si el 2012 fue el año de las Blancanieves,
el 2013 fue el año de destrozar a la Casa Blanca, aunque la que finalmente se
llevó el gato al agua fue Asalto al poder,
mucho más trepidante y divertida que Objetivo:
la Casa Blanca.
Con
la única excepción de la esperada secuela de Los Juegos del hambre, con el final del verano comenzaban a llegar
películas muy interesantes, de esas que empiezan a sonar de cara a la temporada
de premios que está a punto de empezar. Primero fue la brillante El mayordomo y luego las pantallas de
cines se revolucionaron con Gravity,
donde se demostró que el 3D no siempre es un gasto tonto de dinero.
La
tercera en discordia (a falta de poder ver 12
años de esclavitud) es Blue Jasmine,
el retorno de Woody Allen al buen camino y que nos permite empezar a especular
sobre la posible ganadora a mejor actriz, ya que Sandra Bullock y Cate Blanchett
bordan sus respectivos personajes. Personalmente, en esta lista incluiría también
a Rush, pero el hecho de que se
estrenara tan pronto sin duda le va a restar muchas opciones.
Otras
dos grandes películas, ya en las acaballas del año, fueron el Médico y Frozen, el reino del hielo, aunque la primera posiblemente pase
desapercibida de cara a recibir algún gran premio mientras que lo último de Disney
prácticamente tiene asegurado su Oscar a la mejor película de animación.
Y
no puedo cerrar esta lista sin nombrar a dos estupendas comedias de terror que
sirvieron también para demostrar porqué en este país algunas cosas funcionan
tan mal, como es el caso de la luchan contra la piratería. Me estoy refiriendo,
por supuesto, a las maltratadas por las productoras La cabaña en el bosque y Bienvenidos
al Fin del Mundo, glorioso cierre de la trilogía del cornetto de Edgar
Wright.
Lamentablemente
tiene que haber de todo en la villa del señor, por lo que algunas películas
desastrosas merecen ser también mencionadas para que huyáis de ellas si podéis.
Algunas son simplemente malas. Otras desaprovechan con torpeza el posible
potencial que tenían. Son, en resumen, los truños del año. Truños como La jungla: un buen día para morir, Los
amantes pasajeros, Un amor entre dos mundos, Scary movie 5, After Earth, Noche
de marcha, Niños grandes 2, El llanero solitario, Aviones, RIPD, Jobs, Juerga
hasta el fin, Sólo dios perdona, La huida, Paranormal movie, Caminando entre dinosaurios,
Diana y Viral. Lo bueno es que, en muchos de los casos, no ha sido una
sorpresa y su inexistente calidad se veía venir de lejos.
Finalmente,
he decidido hacer una tercera lista de películas flojitas que, por sus actores,
premisa argumental o ambición, han resultado ser finalmente decepcionantes. Muy
floja fue la biografía de Hitchcock, planteamiento
interesante pero poco más el de The Purge,
y descontrol visual completamente falto de alma el que nos trajo Guillermo del
toro con su Pacific Rin. Hemos tenido
remakes que no superaban al original, como Posesión
Infernal y la nueva Carrie, secuelas
innecesarias como R3sacón o kick-Ass 2, algunas adaptaciones sosas y
excesivamente recortadas como El juego de
Ender y otras demasiado alargadas como El
Hobbit: la desolación de Smaug, títulos de los que se esperaba mucho más,
como El Consejero…
Y
luego hemos tenido esa cosa llamada El
hombre de acero de la que creo que se ha comentado ya todo lo que se puede
comentar.
En
fin, este ha sido un ligero repaso por lo que se ha podido ver (o, por lo
menos, lo que yo he podido ver) en las salas de cine. Como siempre, no están
todas las que son, pero sí son todas las que están. En el olvido han quedado
(quien sabe si para recuperar alguna vez en DVD) Amour, La vida de Adele, La gran belleza o Una familia de Tokio.
Este
año, mucho cine español (exitosas Mamá,
Los últimos días, Tres bodas de más; desconcertantes Las brujas de Zagarramurdi, Grand Piano o La gran familia española; brillantes Ismael, Retornados o Futbolín;
espantosas Los amantes pasajeros o Viral) y mucho comic (aparte de las ya
citadas Iron man 3, El Hombre de Acero
y RIPD hemos tenido por aquí también a
Lobezno inmortal, Thor: el reino oscuro y Zipi y Zape y el club de la canica). Ha
habido mucha película para adolescente con la idea de convertirse en nuevas y
exitosas franquicias que se quedan en eso, en la idea. Y, los de mi generación,
hemos visto la confirmación del retorno de dos monstruos del celuloide más
musculoso como son Schwarzenegger y Stallone, juntos y por separado.
Y
hemos tenido, sobre todo, una Fiesta del Cine más exitosa que nunca que ha provocado
diversas iniciativas para abaratar el precio de las entradas y que ayudan a
demostrar que, si la gente no llena más las salas, no es por culpa de la
piratería.
O
al menos, no solo por culpa de ella.
¡Que buen resumen!!! . Aún me quedan por ver unas cuantas...
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