Segunda
entrada pre-fin de año y, definitivamente, la última de este 2013.
Como
es evidente, la llegada de las vacaciones navideñas trae consigo un aluvión de
películas animadas, más si tenemos en cuenta que parece haberse perdido la
tradición de hacer una película 100% navideña (atrás quedaron ya los ¡Vaya Santa Claus!, Bad Santa, los fantasmas
atacan al jefe, Un padre en apuros…). Lo cierto es que este año, con la
presencia de la maravillosa Frozen lo
han tenido difícil para competir, pero ellas lo han intentado. En un año en que
la animación ha sido un poco excesiva y no demasiado afortunada estos son los
tres últimos coletazos:
¡Vaya
Pavos! Lo peor no es la
traducción española del título, pero casi. Claro que estrenar en Navidad una
película ambientada en Acción de Gracias tampoco ayuda demasiado. Olvidémonos
por ahora de esas joyas de la animación para adultos y niños con guiones
inteligentes y chistes brillantes a la par que incomprensibles para los más
pequeños. ¡Vaya Pavos! es una
película para niños. Y punto. Tonta, previsible y tópica, cuenta la historia de
unos pavos que viajan en el tiempo para cambiar la tradición de comer pavo en
acción de gracias. Lo peor es que el principio, con el protagonista
consiguiendo el indulto presidencial y viviendo a sus anchas en la Casa Blanca,
era prometedor. Y la animación tampoco es para echar cohetes.
Lluvia
de albóndigas 2. Si una cosa
funciona, ¿para qué estrujarse el coco pensando nuevas propuestas? Secuela
(¿apostamos a que no será la última?) del film del 2009 que continua la moda de
mundos imaginarios ultra coloridos (os remito a la crítica que escribí de Los Croods) que saturan los ojos de los
asombrados niños. Y si es en 3D, mejor. Fuera de la originalidad de los seres
que aparecen (mitad animales, mitad comida) la historia no tiene nada de
imaginación, siendo una nueva
vuelta de tuerca a la moralina sobre la importancia de los amigos y la familia. Entretenida pero poco más, con una
animación bastante mediocre que recuerda más a un producto televisivo que a una
superproducción de cine. Absténganse adultos.
Futbolín. Por fin, el toque de calidad. Si no fuera porque
estas navidades Disney se ha puesto las pilas sería la mejor película animada
de la temporada. No en vano está dirigida por Juan José Campanella, que desde
su éxito con El secreto de sus ojos estaba
abocado a la televisión americana. Cuando un director de prestigio se pasa a la
animación es porque tiene algo que contar, y aunque esta historia de futbol y magia
(unos muñecos de futbolín que cobran vida) no es más que más propaganda sobre
el valor de la amistad, al menos lo hace de una forma inteligente, con escenas
emocionantes, diálogos divertidos y movimientos de cámara espectaculares.
Podría ser casi perfecta, si no fuera porque, como saben, el fútbol es un
deporte maldito en el cine. Así que las distribuidoras han apostado poco por
ella. De toda la cartelera es, sin duda, la mejor opción para que los padres
puedan llevar a sus hijos al cine sin miedo a sufrir ningún infarto cerebral.
Y
ahora sí. Hasta aquí hemos llegado. Mañana (pasado a más tardar) prepararé una
entrada especial con lo mejor que nos ha dado este año cinematográfico, pegaré
algunos palos y empezaremos a hacernos la boca agua con los títulos que han de
venir en el 2014.
Pero
eso será mañana. Y como decía Escarlata O’Hara: “mañana será otro año”.
¿O
no era así?
que me recomendais vaya pavos o futbolín
ResponderEliminarPues todo dependerá de tu edad y gustos. Como puedes ver en mis comentarios a mi Futbolín me parece infinitamente superior, es "más película", aunque a los ojos de un niño Vaya pavos puede ser más llamativa por su colorido y la simplicidad de la historia.
ResponderEliminar