Vale,
con esta iremos rápido. Quizá lo más intrigante del tema sea ¿qué narices hacía
yo viendo esta película?

No
perderé mucho el tiempo con el argumento: una pareja con una niña están en su
casa nueva, ven cosas raras a través de una cámara de video, encuentran unas
cintas antiguas de VHS con grabaciones inquietantes, hay una presencia
sobrenatural que quiere llevarse a la niña, bla, bla, bla… La misma tontura de siempre
contada igual de mal que siempre.
Aquí,
además, el uso y abuso de la cámara en mano es ridículamente estúpido (más de
lo habitual) y hace que uno valore mejor todavía el valor de películas como REC o La Visita, un soplo de aire fresco en el odioso found footage. Lo
más triste de todo es que hay un breve momento, apenas un suspiro, que el
argumento plantea algo interesante (unas cintas de video grabadas hace veinte
años en la que los filmados interactúan con los protagonistas del presente),
pero como es de esperar la idea no se aprovecha para nada interesante y se va
todo al traste.
Con
una dirección totalmente incompetente (es el debut de un tipo dedicado a la
edición), unos actores a los que mejor no analizar (lo más destacado del currículo
del protagonista es haber sido digitalizado para algún videojuego) y tan rácana
que por no gastar no tiene ni banda sonora durante los títulos de crédito, esta
Paranormal Activity es una auténtica
pérdida de tiempo.
Sé
que algunos pensáis que soy demasiado duro con estas patrachas de sustos
predecibles a golpe de ruido y lanzamiento de cosas a cámara y que solo buscan
el dinero fácil, así que para que no me critiquéis mucho he decidido dale una puntuación
inmerecidamente alta. Y es que, si me perdonáis el comentario machista, las dos
chicas protagonistas son bastante monas. Y eso ya les merece un punto por
cabeza.
¡Sig!
Hasta que extremos hemos llegado. ¡Qué penica, por Dios…!
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