Siempre
es complicado elaborar una lista con lo peor que se ha estrenado en cine a lo largo del año ya que, generalmente, uno
ya se huele los fiascos y trata de evitarlos. Aun así, ya sea por descuido o
por evidente masoquismo, alguna suele caer. Si tuviese que hacer una selección
de lo más defenestrable quizá lograría quedarme con cinco que no le
recomendaría ni a mi peor enemigo.
Puede
parecer ya un clásico, pero el cine de terror siempre es capaz de ofrecer
películas peores que las anteriores.
Dos casos sirven como muestra: Insidious, capítulo 3 y Paranormal activity: dimensión fantasma. Muy malas me parecieron también la última propuesta de Kevin Smith, Tusk (simplemente insultante), y la penúltima patochada de un Johnny Deep totalmente sin rumbo (que, por cierto, también aparecía en Tusk… ¿casualidad?): Mordecai. Pero, y por más que me duela ya que suelo ser un defensor a ultranza del cine español, el mayor insulto cinematográfico con que me he topado este año ha sido el Rey Gitano de Juanma Bajo Ulloa.
No hay por dónde cogerla.
Dos casos sirven como muestra: Insidious, capítulo 3 y Paranormal activity: dimensión fantasma. Muy malas me parecieron también la última propuesta de Kevin Smith, Tusk (simplemente insultante), y la penúltima patochada de un Johnny Deep totalmente sin rumbo (que, por cierto, también aparecía en Tusk… ¿casualidad?): Mordecai. Pero, y por más que me duela ya que suelo ser un defensor a ultranza del cine español, el mayor insulto cinematográfico con que me he topado este año ha sido el Rey Gitano de Juanma Bajo Ulloa.
No hay por dónde cogerla.
Más
allá de estas cinco joyitas podría olvidar haberme topado con cosas como El séptimo hijo (un intento desesperado
más de crear una nueva franquicia que no va a ningún lado), No confíes en nadie (que si no fuera por
la presencia de Nicole Kidman, Colin Firth y Mark Strong no la habría tenido ni
en consideración para este ranking) Insulgente
(si la primera parte de esta mediocre saga ya no me gustó, esta ni lo pienso…),
Hombres, mujeres y niños (con lo bien
que empezó Jason Reitman) o El
Francotirador (Eastwood ya no engaña a nadie). Y, como no, uno de los
truños del año, Los cuatro fantásticos,
una película tan mala que ni merece mencionar a Marvel o Stan Lee en sus
créditos.
Y
luego están aquellas películas que sin llegar a ser pésimas sí me han
decepcionado mucho. Es el caso de Chappie,
que empieza a demostrar que todo el boom que se desató con Neill Blomkamp era
un bulo, Samba, muy por debajo de la
estupenda Intocable, Focus,
previsible hasta la médula, El niño 44,
tan desaprovechada que duele, Everest,
aburrida a más no poder, Pan, una
tontería muy bonita visualmente, pero tontería al fin y al cabo, El viaje de Arlo (o la demostración de
que Pixar no debe forzar y hacer dos pelis en un mismo año), Spectre (el agotamiento de una fórmula
de la que se esperaba un gran final) y, sobre todo, 50 sombras de Grey, una película que no llega a ser tan mala como parece
pero que recuerda demasiado a un anuncio de perfume que nunca va hacia ningún
sitio con un actor sin carisma y una directora sin oficio.
Y
estas son mis anti recomendaciones. ¿Habéis visto alguna de estas? ¿Quizá
incluso peores? Pues ya sabéis, el debate está abierto.
Y
el año que viene, más…
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