La
primera consecuencia del inminente estreno de Star Wars: El poder de la fuerza es que todo el calendario de
estrenos va a ser redefinido en función de la presumiblemente taquillera
película de J.J.Abrams. Y ello provoca que algunos de los inevitables títulos
con claras connotaciones navideñas se adelanten un poco.
Efectivamente,
toda la acción transcurre alrededor de la noche de Reyes, desde la cabalgata a
última hora de la tarde al amanecer del día más esperado por los niños
españoles. En este periodo de tiempo De la orden y sus guionistas crean una
serie de historias románticas y emotivas que, de una manera u otra, terminarán
entrecruzándose unas con otras tal y como ya sucedía en la primera película. Un
estilo narrativo, este de las historias entrecruzadas, que bien podría
recordarnos a clásicos como Vidas
Cruzadas de Robert Altman o el Pulp
Fiction de Tarantino, pero cuyo referente más vidente (por el tono de
comedia romántica navideña) es Love
Actually de Richard Curtis.
Y
es que Barcelona, nit d´hivern es una
gran oda a las comedias románticas, con mucho más humor que en la primera
propuesta veraniega pero también con más emotividad, más sentimiento. Historias
tan dispares como el “Rey Mago” que salta de su carroza para buscar a un
antiguo amor entre la muchedumbre, la mujer que trata de conocer a un abuelo
que ni siquiera sabía que tenía una hija, los dos amigos a los que les propinen
participar en un trío, la anciana que aprovecha esa señalada noche para
confesar a su familia que es lesbiana, los problemas sentimentales de un chico
demasiado dado a enamorarse a primera vista o los problemas cotidianos de una
pareja cualquiera ante la responsabilidad y el desafío que supone la
paternidad. Argumentos muy tópicos en algunos casos y totalmente locos en otros
que se contraponen a la perfección y permiten al espectador pasar de la lágrima
a la carcajada como si de una montaña rusa emocional se tratase. Pueden
apreciarse en el film influencias del humor británico de Mike Newell o el
propio Curtis con gamberradas del estilo de los Farrelly e incluso la
participación de un monologuísta como David Guapo puede entenderse como el deseo
de De la Orden de emular el éxito (inalcanzable, por otro lado) de Dani Rovira
en Ocho apellidos vascos/catalanes.
Es
fácil (y de eso hablaré en unos días) que cuando se plantean varias historias
dentro de una misma película alguna de ellas no termine de conectar con el
espectador, haciendo que la película cojee por algún lado. Esto no ocurre, sin
embargo, con Barcelona, nit d´hivern,
en el que unas tramas podrán gustar más que otras, pero ninguna llega a
molestar y forman un conjunto casi inseparable muy redondo.
Con
un prólogo dibujado a modo de introducción igual que en Barcelona, nit d’estiu, la película cuenta con un reparto
ciertamente notable, que aúna rostros jóvenes muy prometedores (Àlex Monner,
Laura de la Isla, Vicky Luengo, Àlex Maruny, etc.) con estrellas ya consagradas
(Montserrat Carulla, Asunción Balaguer, Abel Folk, Alberto San Juan, Miki
Esparbé, Alexandra Jiménez…) y la presencia, cada vez más inevitable, del gran
Berto Romero.
De
la Orden compone su aventura fílmica como un gran periplo cíclico con un
desenlace decididamente juguetón que sirve como metáfora del resultado final:
una película redonda. Con una Barcelona como espectadora de lujo de todas estas
historias de amor y desamor, algunas de ellas herederas directas de la primera
película, la película logra calar en el espectador, emocionándolo cuando debe e
invitándole a pasar un rato fenomenal y muy divertido. Y aunque no hay ningún
mensaje político tras ella, el visionado en su versión original invita a reflexionar
sobra la realidad que se vive hoy en día en Catalunya, con una dualidad lingüística
mucho más en comunión de lo que muchos (los unos y los otros) quieren
reconocer.
Habrá
que seguir muy de cerca a Dani de la Orden. Sus dos películas (y esta más que
nada) se lo merecen. Y eso que yo no soy muy de películas navideñas.
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