Como
mencionaba en la entrada anterior, este 2016 se ha caracterizado por las muchas
decepciones que ha habido. Y es que tantas secuelas sin chispa han terminado
por cansar.
Así,
antes de hablar de lo realmente malo que se ha podido ver en este año que está
a punto de terminar, podemos repasar brevemente los principales fracasos, donde
quedarían fuera títulos como La hora decisiva que, tras el varapalo de Estados
unidos no se ha llegado siquiera a estrenar aquí.
Encabezando
la lista, por supuesto, hay títulos tan ¿ilustres? Como el remake de Ben-Hur, la locura alucinógena de Dioses de Egipto o la ingenuidad de Spielberg
con Mi amigo el gigante.
Hablaba
de secuelas, y muy poca gente ha visto las secuelas de las Tortugas ninja, Blancanieves,
Alicia, Zoolander o Divergente.
No ha llamado mucho la atención el regreso de Bidget Jones o de Jason Bourne y cosas como Mechanic ni se suelen tener en cuenta en estas listas.
También
han fracasado películas que no lo merecían, como Aliados, Marea Negra o el
reboot de Cazafantasmas, y lo que ha
pasado con Warcraft ya es de sobras
conocido. Y por ahí andan también Independence Day, Los hombres libres de Jones, Ahora me ves 2 o La leyenda de Tarzán.
Sin
embargo, si hablamos de películas verdaderamente malas entre lo que yo he visto
(y las recientes Mine, Belleza oculta y Villaviciosa quedan fuera de la lista porque es Navidad
y me siento muy caritativo) son:
-La quinta ola. Una actriz competente no es suficiente para salvar un
despropósito tan grande que ni se convertirá en saga, como se pretendía, ni
será recordada más que para echarse unas risas con sus estupideces.
-El futuro ya no es lo que era. Normalmente Dani Rovira tiene gracia, pero
ni su disfraz de fantoche era capaz de provocar una leve sonrisa en una
tontería supina que encima pretendía tener un toque sentimental.
-Blair Witch. Me duele meter en la lista una película de Adam Wingard, pero lo
cierto es que esta nueva versión de La bruja de Blair es una siempre copia y
pega de la anterior, pero aún más mala. Ni un susto, pero bostezos los que queráis.
-Los visitantes la lían. Sin palabras. Ya hablé de ella en su momento y no
se merece más tiempo. Basura total.
Y
esto es todo. Seguro que hay muchos más despropósitos, pero la mayoría se han
borrado de mi memoria, a Dios gracias. No he incluido algunos títulos vistos en
Sitges que nunca llegarán a las salas comerciales, pero esas juegan en otra
liga.
¿Y
vosotros? ¿Con cuál habéis sufrido más?
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