Con
el cambio de año llega el momento de hacer las listas con lo mejor y lo peor y
pasar balance del año, siempre desde el punto de vista cinematográfico.
Da
la sensación (a falta de estudiar un poco los datos oficiales) de que en tema
de taquilla la cosa ha estado un poco floja. Aunque eso no significa que no haya
habido muy buenas películas. De hecho, en el momento de confeccionar esta lista
lo he tenido más complicado para elegir a las mejores que con las peores. Lo que
sí es cierto es que pese a saber de antemano que no iba a ser un año de grandes
blockbusters (no en comparación al 2015, al menos), los pocos que ha habido no
siempre han estado a la altura, y sin llegar a la categoría de malas películas
han terminado por decepcionar, como en el caso de Batman V. Superman, El escuadrón Suicida o Warcraft.
Tampoco han terminado de funcionar bien títulos como Passengers o Assassins Creed
y pese a que hemos tenido mucha secuela la mayoría no han funcionado demasiado
bien ni han logrado superar a las originales.
Pero
como digo, ha habido mucho y muy bueno. Y ha sido un año especialmente
fructífero para el cine español. Treinta y ocho películas se han analizado en
el blog de las cuales hay un buen puñado para destacar entre lo mejor del año.
Tras eliminar títulos como Vaiana, Jack Reacher, Infierno Azul, Espías desde el cielo o Siete años, he
decidido quedarme con una lista de veinticinco películas (me cuesta acotar más,
será que soy demasiado bueno).
El
cine español, insisto, está de enhorabuena, y hay que destacar historias tan
emotivas y emocionantes como El olivo,
Tarde para la ira, Que Dios nos perdone, El hombre de las mil caras, 1889: los últimos de Filipinas o la
grandiosa Un monstruo viene a verme.
También
ha sido un año especialmente bueno para el terror. Siempre se hace mucha basura
para conseguir dinero fácil, pero este año ha habido algunos títulos
verdaderamente interesantes, como No respires, La bruja, Expediente Warren: el caso Enfield o La autopsia de Jane Doe.
Hemos
tenido dramas sencillos pero muy humanos, reflexivos incluso, como Elle, Paterson, Spotlight o Sully, comedias brillantes y muy locas,
desde la encantadora Sing Street a la
loca Dos tipos buenos pasando, por
supuesto, por la irreverente Deadpool.
Ha habido blockbusters de gran nivel, como Doctor Stranger y, sobre todo, Rogue One,
y Disney ha vuelto a acertar de pleno con la insuperable Zootrópolis.
Sin
embargo, es un poco tramposo eso de numerar tantas películas, así que haciendo
un increíble ejercicio de autocontención he conseguido hacer un top five que, según el humor con el que
me levante un día, podría cambiar levemente. Sea como sea, ahí van mis
favoritas del año:
-La habitación. Sí, sé que es del año pasado y ya se llevó lo suyo en los
Oscars, pero aquí la vimos en febrero, así que eso es lo que cuenta.
-La llegada. Porque demuestra que es posible hacer una película de
extraterrestres que emocione y transmita intensidad además de generar debate.
-Kiki, el amor se hace. Para mí, la gran sorpresa del año en España. Paco León
se doctora a lo grande con una de las películas que más me han hecho reír en la
vida.
-Hasta el último hombre. Mel Gibson es de los mejores directores en activo. Y
lo demuestra en cada película. ¿Hace falta decir más?
-Civil War. Porque es la película que llevaba toda la vida esperando. Porque
tiene al mejor Spiderman. Porque demuestra que Marvel puede ser seria y oscura
si lo desea. Porque, sencillamente, lo tiene todo.
Pues
hasta aquí mi lista. Tened en cuenta que han quedado películas pendientes de
ver, como La doncella o Suburra, y que intentaré recuperar
apenas llegue enero.
¿Y vosotros? ¿Tenéis alguna lista similar? ¿Os falta o sobra algo de la mía? Venga, animaos, que esto de las listas para lo que más vale es para tener un poquito de debate.
¿Y vosotros? ¿Tenéis alguna lista similar? ¿Os falta o sobra algo de la mía? Venga, animaos, que esto de las listas para lo que más vale es para tener un poquito de debate.
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