Pues
lo dicho en la entrada anterior. Sin más dilación, vamos a repasar lo mejorcito que he podido ver durante este
año ya caduco.
Empecemos
por las catorce películas que más me han hecho disfrutar, ordenadas de manera
alfabética para no despistar:
Amanece en Edimburgo: porque a veces los musicales también pueden ser
divertidos y tiernos.
Big hero 6: Porque Disney lo ha vuelto a hacer. Nunca sentirme
como un niño fue tan ameno.
Boyhood:
Porque es una película sobre la vida misma. ¿Se puede pedir más?
El amanecer del Planeta de los simios: No es perfecta, pero solo por la expresividad de los
monetes ya vale la pena verla.
El Capitán América. El Soldado de
invierno: Por saber mezclar con
habilidad una historia de intriga con superhéroes Marvel.
El Gran hotel Budapest: Es Wes Anderson, ¿hace falta decir nada más?
El lobo de Wall Street: Porque aunque nos quede ya muy lejana, esta
verdadera obra maestra se estrenó en nuestro país en enero.
El niño: Porque digan lo que digan Daniel Monzón hace cine
del bueno.
Guardianes de La Galaxia: Porque hacer una película tan endiabladamente
divertida no ta fácil como parece. Y eso sin hablar de su música…
Her: Porque aún es posible creer en el amor. Aunque sea computerizado.
La isla Mínima: Porque dos grandes interpretaciones compiten con una
fotografía hinóptica.
Magical Girl: Porque es tan maravillosa como descarnada y aún no
me he recuperado de verla.
Relatos Salvajes: Por el placer culpable de reír con las desgracias
ajenas.
Pero
esto no ha sido todo. Hay otra serie de películas que quizá no se me hayan
marcado en la memoria como estas pero que sin duda merecen ser mencionadas.
Son, podríamos decir, las sorpresas del año. Para mí, claro.
Al filo del mañana: Porque aunaba muy bien Atrapado en el tiempo con
ciencia ficción de la buena.
Bajo la misma estrella: Porque esperaba una bobada terrible y casi me hizo
soltar alguna lagrimita.
Carmina y amén: Porque no conocía el cine de Paco León y me atrapó
con su humor real a la vez que mundano.
Coherence: Porque se atreve a jugar con la física cuántica con
cuatro duros de presupuesto.
Filth, el sucio: Porque James McAvoy se come la pantalla en todo
momento.
Invencible: Porque aunque todos la han puesto a parir me gusta
como cuenta las barbaridades de la guerra con emoción contenida.
Mortadelo y Filemón contra Jimmy el
Cachondo: Porque después de las dos
payasadas anteriores había perdido la fe en estos personajes.
Orígenes: Porque tiene una historia sencilla e inteligente que
atrapa desde el primer momento.
Pompeya: Porque aunque es una tontada la reconstrucción de la
villa romana mola. Y el volcán, también.
Sabotaje: Porque es la peli más seria y sucia de
Schwarzenegger. Y punto.
Torrente 5: Operación Eurovegas: Porque era el primer Torrente que veía en cine y me
lo pasé pipa.
X-men: días de futuro pasado: Porque parecía que ya estaba todo dicho sobre los
mutantes. Y resulta que no.
Y
hasta aquí el resumen más positivo del año. Que entre las elegidas se
encuentren ocho películas españolas no es algo habitual, así que creo que
muchos deberían empezar a cambiar el chip ese según el cual solo sabemos hablar
de la Guerra Civil y de comedias con tetas.
Ha
sido un buen año, aunque quizá ninguna destaque especialmente por encima de las
demás, con lo que –a falta de un buen puñados de estrenos- los Oscars del 2015
se prometen interesantes.
Veremos…
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