Y
después del subidón toca bajar a los infiernos.
A
continuación os dejo las catorce peores películas que he visto a lo largo de
este año. Quizá leyendo algunos títulos algunos pongáis en duda mi criterio a
la hora de elegir película para ver pero lo que sucede es que, en el fondo, me
debo a mis lectores (jeje).
El club de los incomprendidos: Porque no consigue explicar que a las niñas les
guste este tipo de cine tan empalagoso.
El heredero del diablo: porque cada año hay por lo menos una película insoportable
de terror hecha con cuatro duros y cámara en mano. Y este año le ha tocado a
esta.
Enemy: Porque ni la entendí ni me preocupa lo más mínimo.
Hércules, el origen de la leyenda: Porque es imposible hacer una película más
pastelosamente aburrida sobre un héroe mítico.
L’Endamà: Porque es un documental falsamente imparcial que se
empeña en imponer unas ideas de forma tan errónea que casi consiguen lo
contrario.
Si decido quedarme: Porque si una película tan dramática como esta no
consigue emocionar ni una sola vez es que algo malo tiene.
Sólo para dos: Porque Santi Millán lleva toda su vida haciendo el mismo
personaje y hace tiempo que perdió la gracia.
Stand by me, Doraemon: Porque es una tomadura de pelo, simple y llanamente.
Teenage mutant ninja turtles: Porque querer imitar a Michael Bay no es suficiente
y sólo consigue caer en el ridículo.
Tranformers 4: la era de la extinción: Porque su título es tramposo. No, los dichosos Transformers
no se extinguen. Habrá más.
Transcendence: Porque Johnny Deep ya no nos la cuela, y el tufillo
Nolan se nota solo en lo malo.
Vampire academy: Porque no se han enterado de que el género vampírico
para pipiolos pasó de moda hace ya un tiempo, a Dios gracias.
Yo, Frankenstein: Porque es simplemente la definición de una peli
mala: actores, dirección, guion, efectos especiales… nada se salva.
Y
hasta aquí listado de lo peor del año. Pero aparte de estas, hay otras pelis
que, no siendo tan malas (algunas incluso mucho mejores que la media) me decepcionaron,
quizá porque las expectativas eran muy altas o, simplemente, porque los nombres
propios que estaban implicados en ellas deberían ser capaces de algo mejor.
Estas
son mis decepciones del año:
300, el origen de un imperio: Porque la primera molaba mucho, pero esta…
Dallas buyer club: porque invita a confundir una gran interpretación
con un gran maquillaje.
Drácula, la leyenda jamás contada: Porque este principito Vlad no tiene nada de lo que
uno conoce de Drácula y da más pena que miedo.
El Hobbit: La batalla de los Cinco
Ejércitos: Porque después de más de
seis horas de historia el resultado es descafeinado y decepcionante.
Interstellar: Porque Nolan no ha aprendido todavía que para hacer
una gran película necesita un gran guion antes que una cámara IMAX. Pero él, a
lo suyo…
Jersey boys: Porque la película no tiene alma y consigue que los
personajes te importen un pimiento.
La gran estafa americana: Porque lo único notable de la película son los
escotes de Amy Adams.
Los juegos del hambre: Sinsajo, parte
uno: Porque cuando empieza lo
interesante, termina.
Monumens men: Porque George Clooney ha demostrado que sabe hacerlo
mejor, mucho mejor.
Noé: Porque Aronofsky duda entre hacer una película épica o una de autor,
y se queda a medias de todo.
RoboCop: Porque la sombra de Verhoeven es alargada y no se
puede versionar un clásico y no morir en el intento.
Serena: porque la química entre Jennifer Lawrence y Bradley Cooper prometía
mucho pero se queda en nada.
The amazing Spiderman 2, el poder de Electro: Porque Sony no tiene ni pajotera idea de lo que
hacer con su personaje franquicia estrella, y eso se nota en la película.
Pues
bien, me he despachado a gusto. Seguro que muchos no compartiréis mis
opiniones, pero para eso está la zona de comentarios. Os invito a dejar
vuestras propias listas o tratar de convencerme de lo errado que estoy. El
debate está abierto.
Y
hasta aquí este extenso repaso del 2014. Mañana más…
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