domingo, 16 de octubre de 2016

Sitges 2016: BAD BLOOD

En ocasiones, cuando un director en novato o carece de los medios presupuestarios para hacer todo lo que las grandes producciones ofrecen, debe recurrir a su imaginación y a un trabajo parido desde el alma para conseguir una película que contenga un mínimo de dignidad. Y eso, en el mundo del frikismo, es algo muy habitual. OMG, I´m a robot! es una buena muestra de ello.
Por desgracia, este no es el caso de Bad Blood, primera película como guionista y director de un tipo llamado Tim Reis y que a tenor por los resultados merecería ser también la última.
Buscando rizar el rizo y presumir de elevar las cotas de la caspa más friki a cumbres inalcanzables, Reis propone una variante de película de licántropos cambiando lobos por anfibios. Sí, han leído bien. Esto va sobre una especie de hombre-rana que se transforma las noches de luna llena para saciar su sed de sangre. Y es que ya se sabe que las ranas son muy agresivas y poseen unos colmillos mortales…
La excusa para mover la trama es una adolescente conflictiva no se sabe muy bien porqué que se topa con el bicho en cuestión y es infectada. A partir de entonces el susodicho ser pasa a un segundo plano y todo se centra en ella y el clásico mad doctor que, no se lo pierdan, lleva una doble vida como empleado de una cutre gasolinera. Para más inri, cierra el círculo un patético detective privado contratado por el padrastro de la niña que hace grande al Guy Lapointe al que diera vida Johnny Deep en la igualmente horrible Tusk.
Un despropósito de historia, con toques de humor que no tienen ni pinta de gracia, borbotones de sangre que buscan sin conseguirlo la complicidad con el espectador y toda una serie de planos espantosamente mal ejecutados que en lugar de disimular las carencias de dinero las potencian más si cabe.
Desastrosa, aburrida, absurda y ridícula, posiblemente sea lo peor que he visto en este festival de Sitges, a la que incluirla en la maratón de La noche+freak no le sirve de excusa para unos niveles de calidad tan ínfimos.
Solo la aportación de Grayson Thorne Kilpatrickme hizo algo de gracia. Por si eso les sirve de algo…

Valoración: Dos sobre diez.

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