Segunda
película de Chris Peckover como director, Safe Neighborhood es una película que arranca rindiendo homenaje al cine
familiar de los ochenta, con Solo en casa
como principal fuente de inspiración (y por extensión, cualquier comedia de Chris
Columbus
Luke
es un chavalín que, con ayuda de su mejor amigo, orquesta una treta para tratar
de seducir a su joven canguro una noche en la que los padres salen a cenar
fuera de casa. Premisa sencilla y simpática en la que Levi Miller (el Peter de
la innecesaria Pan) lleva la voz
cantante junto a Olivia DeJonge y Ed Oxenbould, quienes ya trabajaran juntos
haciendo de hermanos en La Visita,
aquella interesante propuesta de M. Night Shyamalan) y a los que hay que
añadir, como no podía ser menos, dos veteranas caras reconocibles como Virginia
Madsen y Patrick Warburton. Hasta aquí todo bien, pero entonces uno recuerda
que estamos en el festival de Sitges y que las cosas no son lo que parecen, y
rápidamente los torpes flirteos infantiles son interrumpidos por un intruso que
acecha la casa, girando las cosas hacia el “serial killer” de turno.
Pero
ni siquiera este es el giro final, encontrándonos de repente en una película de
“home invasion” en toda regla pero con mucho sentido del humor, muy gamberra y
con continuas sorpresas.
Algo
tiene que recuerda ligeramente al Know know de Eli Roth, sustituyendo la trama sexual por la ingenuidad infantil,
pero Peckover, pese a su falta de experiencia, parece dominar mucho mejor los
diálogos y las situaciones límites que su colega Roth, consiguiendo una pieza
bastante redonda, que aun sin ser original en casi nada logra sorprender con lo
bien colocados que están los giros argumentales, consiguiendo estremecer y
divertir a la vez y con un trio protagonista que, pese a lo joven que es,
cumplen a gran nivel.
Valoración:
Siete sobre diez.
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