lunes, 24 de octubre de 2016

INFERNO: Más símbolos para descifrar.

Inferno es la película que cruza por tercera vez los caminos de Tom Hanks, Ron Howard y Dan Brown tras el éxito de El Código DaVinci y Ángeles y demonios.
Una vez más nos encontramos ante las andanzas del profesor Robert Langdon que de nuevo es perseguido por un misterio indescifrable que lo llevará a recorrer los más recónditos lugares de Europa (ahora toca Florencia y Estambul). Quizá eso sea lo mejor de la película, el recorrido turístico que las obras de Brown siempre hacen por los templos y palacios europeos y que permiten al espectador disfrutar con la belleza de tan maravillosos lugares.
Por lo demás, estamos ante un simple entretenimiento que no pasará a la historia, con una trama donde se riza el rizo hasta el exceso consiguiendo ser más inverosímil aún que las anteriores entregas de la saga. Si en la primera película Langdon luchaba por salvar su propia vida y la de su compañera (lo de resolver la clave que podría poner en jaque a todo el estamento eclesiástico iba de propina) y en la segunda salvaba la vida al mismísimo Papa, en esta es la humanidad entera (o un gran porcentaje de la misma) la que dependerá de que el profesor y su nueva acompañante resuelvan los acertijos que vayan encontrando por el camino. Un más difícil todavía con giros bastante poco creíbles aunque no por ello menos previsibles y con demasiadas cosas cogidas por los pelos.
El problema de esta saga es que depende demasiado de las novelas de Dan Brown, una obra mucho más modesta de lo que su fama parece indicar, y que el guion de David Koep logra mejorar.  
De los tres títulos protagonizados por Robert Langdon (en cine, pues queda aún otra novela sin adaptar, El Símbolo perdido) este es el más enrevesado y tramposo, y quizá también el más flojo, aunque el buen hacer de sus actores protagonistas y la efectividad con la que trabaja siempre Howard consiguen sacarla adelante. Con el Infierno de Dante como telón de fondo la base de la historia recurre a algo demasiado mascado ya, el multimillonario que con la pretensión de salvar a la humanidad de sí misma encuentra la manera de eliminar a gran parte de la población de la Tierra. Vamos, algo parecido a lo que pretendía Valentine (Samuel L. Jackson) en Kingsman: Servicio Secreto o el Hugo Drax de Moonraker.
Al menos se puede asegurar que Tom Hanks se siente cómodo en la piel de Langdon y que hace una convincente interpretación, probablemente la más trabajada de la saga, mientras que, como viene siendo marca de la casa, está rodeado por un competente reparto donde destaca la chica de moda Felicity Jones (rompiendo taquillas con Un monstruo viene a verme y protagonista absoluta estas Navidades en Roge One, a Star Wars history), Ben Foster, Irrfan Khan y Omar Sy.
En fin, película a la que no se le puede exigir más que pasar un buen rato con ella, emocionante y bastante superior a la novela que adapta. Y es que, alejado de polémicas eclesiásticas, Dan Brown tampoco da para mucho más.

Valoración: Seis sobre diez.

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