jueves, 27 de octubre de 2016

LA PROPERA PELL: oscura identidad.

Isaki Lacuesta es un guionista catalán que, hasta filmar Murieron por encima de sus posibilidades, se había limitado a dirigir en el terreno del documental. Ahora, haciendo equipo con Isa Campo, con quien ya había trabajado como guionista, han digerido a cuatro manos La propera pell, película de intriga filmada en catalán, castellano y francés sobre un niño desaparecido en los pirineos con nueve años que se reencuentra con su madre ocho años después.
Tal y como sucediera en la película Sommersby con Richard Gere y Jodie Foster, o en el título que esta adaptaba, Le retour de Martin Guerre, la película de Lacuesta y Campo juega con la incógnita de si el reaparecido (en aquellas se trataba del marido al que se daba por muerto en la guerra) es quien dice ser o si tan solo es un huérfano en busca de una familia, aunque no sea la que le corresponde. En ese sentido, los directores juegan muy bien las bazas del sentimiento, con un muchacho con problemas de memoria que recupera su pasado a fogonazos y una madre tan dolida que está dispuesta a creer lo que haga falta para recuperar a un hijo. En este sentido, las interpretaciones de Àlex Monner y Emma Suárez son muy convincentes, así como la de Sergi López, que da vida al cuñado de la madre en un personaje con la oscuridad habitual en él y que es quien contagia al espectador con sus desconfianzas hacia el muchacho.
Por este lado, la película funciona bien, proponiendo una montaña rusa de sensaciones al público según los indicios invitan a pensar que sí es realmente el hijo perdido o cambiando de golpe al bando contrario hasta una resolución final bastante aclaratoria pero para algunos no lo suficiente.
El problema de la película está, principalmente, en su austeridad visual. Quizá debido a las limitaciones presupuestarias (ya sabemos lo que pasa en este país cuando se intenta hacer cine sin una gran productora televisiva detrás) o por decisión propia de los directores (es lo que tiene venir del documental), pero el ritmo visual se me antoja extremadamente lento, casi anodino, con ausencia de música en momentos necesarios y un tono demasiado apagado que hace que incluso los maravillosos paisajes pirenaicos luzcan desaprovechados. Posiblemente sea algo intencionado, para que el estilismo no se imponga sobre la historia, pero con eso se consigue que una trama interesante se torne aburrida en demasiados momentos de la película. Y que la ambigüedad del chaval protagonista no invite a que te caiga demasiado bien no ayuda tampoco para nada.
En fin, título interesante pero con demasiadas carencias para mi gusto, que desaprovecha sus armas y no termina de dibujar completamente la personalidad trastornada del protagonista.
Buena propuesta, pero no lo suficiente.

Valoración: Seis sobre diez. 

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